Coalición Canaria resucita el clásico discurso plañidero (y copión) de acusar al PP de no arrimar el hombro ante la crisis por la que atraviesa España. Los recortes sociales que sufren los canarios y, por extensión, todos los españoles se debe, entre otras razones a la colaboración activa o pasiva de un partido, CC, que sostuvo en pie a un PSOE al borde del caos, a un solo croché de caer de bruces sobre la lona.
La presidenta coalicionera, Claudina Morales, saca en esta ocasión el manual del buen socialista y denuncia que la estrategia del líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, consiste en que “cuanto peor estemos todos, mejor estará su partido. Se ha instalado lamentablemente en el discurso de que cuanta más crisis, más votos para el PP, y no desvela ni cuáles son sus recetas para superar la crisis ni en qué está dispuesto a colaborar para que superemos la recesión cuanto antes”.
Morales rechaza las acusaciones hechas por el líder conservador sobre la corresponsabilidad de CC en esta crisis y responde que “CC trabaja a favor de Canarias, mientras que el PP lo hace en contra de España y, por tanto, también en contra de las Islas. CC no es cómplice de Zapatero ni del PSOE. CC es responsable de las medidas que han permitido frenar la destrucción de empleo y que Canarias salga antes de la crisis”.
“Coalición Canaria ha apoyado en Madrid, no al PSOE, sino las medidas que han permitido que Canarias esté saliendo de la crisis antes que el resto de España. Una afirmación que no pueden realizar los diputados canarios del PP, que no presentaron ni una sola enmienda a favor de las Islas en los presupuestos de 2011”.
El problema es que CC, bien por acción o bien por omisión, ha respaldado, por ejemplo, el recorte medio de un 5% en la nómina de los funcionarios, la congelación de las pensiones, la erradicación de los 2.500 euros del cheque bebé, la cercenación de derechos laborales de los trabajadores, las prestaciones por desempleo o la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011 y todo a cambio de una inexistente financiación del Plan Canarias o de una ley mojada, nunca mejor dicho, como son las aguas canarias.
