El periódico El Día se descolgó el pasado domingo con una portada en la que llevaba como foto principal a la candidata del Partido Popular al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Cristina Tavío, embutida en un bikini y recién salida del agua de la playa de Las Teresitas. Sin embargo, la imagen sólo fue un mero reclamo para hablar sobre las tendencias de los chicharreros durante la Semana Santa. Salvo el pie del foto, ninguna referencia ni a Tavío ni a ningún otro representante de la clase política de la ciudad o de la isla.
La pertinencia de una foto, especialmente en portada, no parece haber sido un capítulo aprendido por José Rodríguez Ramírez, editor-director de El Día. Un recurso visual que sirve para ilustrar una información, al menos en teoría, debe tener continuidad en el cogollo de la información, pero la elección de la imagen en esta ocasión ha tenido un uso interesado, el simple hecho de llamar la atención, aun a riesgo de que el periódico pudiera recibir posteriormente una amonestación, tirón de orejas o hasta sanción por la publicación de tal foto.
Y es que los institutos de la mujer, de la igualdad, o como se llamen en las diferentes autonomías, suelen ser muy sensibles ante estas cuestiones e incluso, aunque sea una propia mujer la que voluntariamente protagonice una campaña publicitaria dejando entrever ciertos atributos de su sexualidad, consiguen que la iniciativa sea retirada.
EL CASO BALEAR
Todo buen publicista o experto en marketing sabe que el sexo vende. No es ninguna novedad y estamos más que acostumbrados a ver anuncios con tintes sexuales a todas horas y en todo tipo de soportes. La política y las campañas electorales no son ajenas a este fenómeno. Al final, de lo que se trata es de ‘vender’ al candidato y llamar la atención sobre el partido para conseguir votos.
Esta es la estrategia que había elegido para su cartel electoral una joven candidata a la alcaldía de Ciutadella en el que se mostraba enseñando los pechos y usándolos como ‘argumentos’ para pedir el voto levantó una ola de críticas por considerarse una campaña sexista. Los primeros en echarse las manos a la cabeza fueron la coalición Esquerra de Menorca-EU quienes denunciaron el cartel ante el Institut Balear de la Dona, y estos a su vez reclamaron la retirada de la imagen al considerarla que era sexista y atentaba contra la dignidad de la mujer.
En la foto aparecía el busto desnudo de Soledad Sánchez, cabeza visible del Partido Democrático de Ciutadella, parcialmente tapado por unas manos masculinas y el eslogan ‘Dos grandes razones. Soledad Sánchez’. La desnudez y la actitud desinhibida de la política han provocado más de una polémica. La joven también posó de forma sexy y en posturas pseudo sadomasoquistas para una entrevista en una revista menorquina.
