Si bien es cierto que muchas fuentes de energía gozan de una imagen pública casi inmaculada, como les pasa a todas las renovables, es cierto que la que peor resiste a los titulares y a las tertulias de porteras es la energía nuclear.
Sin ir mas lejos, un centenar de personas provenientes de Valencia formaron el pasado miércoles 27 de abril, una cadena humana frente al Ministerio de Industria para protestar ante la posible instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Zarra.
Pero la pregunta es : ¿ En realidad es tan peligrosa esta fuente de energía? Claro está que Fukushima este año y Chernobil en 1986, no parecen despertar expectativas positivas al respecto, pero si nos paramos a leer los estudios que aporta el Foro Nuclear Español, descubriremos las grandes ventajas que ofrece la energía nuclear frente al resto de procesos para producir electricidad y podremos ver cómo es un mecanismo mucho más limpio y productivo.
La principal ventaja, es sin duda, que prácticamente no contamina. No produce gases que favorezcan el efecto invernadero, la lluvia ácida, debilitamiento de la capa de Ozono y en definitiva, todos los efectos del cambio climático. Esto es debido a que utiliza uranio o plutonio enriquecidos que luego se hacen fisionar (no confundir con fusionar) de modo que el único «residuo» son un par de neutrones y mucha energía que es lo que utilizamos para conseguir la electricidad. Como ven es un proceso limpio y que nada tiene que ver con la manera con que produce electricidad por ejemplo una central térmica quemando carbón, ya que estas centrales emiten al año 44.000 toneladas de SO2, 22.000 toneladas de NOx y 400 toneladas de metales pesados mezclados entre las 340.000 toneladas de ceniza. Además las centrales nucleares prácticamente no emiten CO2 de modo que las emisiones de este gas contaminante también se ven reducidas.
Si utilizáramos más centrales nucleares con poco tiempo España volvería a estar dentro del Protocolo de Kioto, ya que actualmente hemos excedido en tres veces el compromiso adquirido en Kioto de aumentar solo un 15% nuestras emisiones de CO2. Los países más evolucionados ya utilizan el potencial de sus numerosas centrales nucleares para obtener energía y reducir también sus emisiones de gases favorecedores del efecto invernadero y contaminantes.
Otro aspecto importante en una central nuclear es su seguridad. La seguridad en las centrales nucleares está vigilada por técnicos las 24 horas del día, y que si observan alguna anomalía de funcionamiento o que las medidas de seguridad no son guardadas, remite un informe al Consejo de Seguridad Nacional que tiene potestad para cerrar temporalmente la central hasta que se subsane el problema. Por lo que las desgracias ocurridas en Chernobil y Fukushima, son casos muy aislados, fundamentalmente debidas a la antigüedad de dichas centrales, y máxime si tenemos en cuenta que en todo el mundo hay más de 400 plantas atómicas operativas, lo que supone que en el 99,75% no presentan ningún problema de seguridad.
En fin, otro día les cuento más cosas desde mi zulo de la conciencia.
(*) Director de Tenerifeweek.com