Opinion / Pasajes

Indignados, aproximación

Indignados, aproximación

Muy buenas tardes y bienvenidos a esta retransmisión en directo que, con el patrocinio de Donuts Sin Agujero Ambrosio, les ofrecemos desde la Puerta del Sol de Madrid, donde se han concentrado unos cuantos miles de indignados.

Para las víctimas de la LOGSE les diremos que un indignado es alguien que está irritado, pero no por padecer de úlcera de duodeno o similar, sino por estar enfadado vehementemente… O sea cabreado como un mono al que han restregado una pimienta en el culo. Bueno, digamos que en el esfínter del ano, porque hace más fino. El cabreo del mono es el mismo, pero hace más fino decir lo del esfínter.

Y ya sin solución de continuidad nos acercamos a Willy Toledo, alias Guillermito, que es un profesional de la indignación de izquierdas yn muy partidario de la dictadura cubana, una pena que no se mande a mudar con los Castro y nos deje en paz.

–Don Willy, ¿a qué se debe su presencia aquí, en la Puerta del Sol…?
–Ah no sé, oí que había follón organizado por unos amigos míos de izquierdas y antisistema, y me vine. Un servidor no puede faltar a ningún folclore de izquierdas, como usted comprenderá. Es mi sino.
–Pero aquí también hay gente normal, o sea que están indignados por la factura de la electricidad, porque el niño no les come, porque consideran que José Blanco es feo…
–¿De verdad…?
–Sí, don Willy.
–Pues entonces esto no es para mí, hasta luego. Me voy a preparar una flotilla para ir a tocarles los huevos a los israelíes, con su permiso.

Y ahora nos acercamos a un señor que viene a mostrar su indignación con su perro, que tiene pinta de mala leche, un “cabronweiler” parece que es. Díganos, señor…
–Señor no, señora.
–Ah usted perdone, me confundí por el bigote.
–¡Grosero!
–Entonces díganos, señora nuestra, ¿por qué está usted indignada si saberse puede…?
–Yo no, el que está indignado es mi perro. Pregúntele, pregúntele a él…, si se atreve.
–No, gracias. Ya se ve que está indignado el muchacho, y no quiero indignarlo más.

Por aquí vemos a un grupo de jóvenes que están profiriendo gritos de indignación; vamos a ver de qué se indignan tanto.

–Oigan, ¿por qué están ustedes tan indignados…?
–Pues por lo siguiente, que no es poco. A ver, todos juntos: ¡Clavelitos, clavelitos, Clavelitos de mi corazón. Hoy te traigo clavelitos, colorados igual que un fresón. Si algún día clavelitos, no lograra poderte traer…, No te creas que ya no te quiero, es que no te los pude traer!
–¡Traer no, coger! La segunda vez es coger los clavelitos, manada de troncos. Todavía voy y me indigno mucho.
–Vale, vale señor director.

Anda coño, una tuna. Sigamos adelante… Sí, aquí hay una señora con una pancarta que reza: “¡Estoy hasta los ovarios!”. Díganos, señora, ¿Cuál es el motivo de su indignación ovárica…?

–Pues que mi marido se me ha fugado con la Chona, la muy puta. ¿Le parece poca mi indignación? Tengo una indignación, caballero, que me corroe cantidad por todo el solomillo.
–Ya, ¿y qué pretende usted viniendo aquí…?
–Pues qué voy a pretender, que en aplicación de la Ley de Igualdad, le corten los cataplines a mi marido.
–Pero señora, eso no está previsto en tal ley… Por ahora, eso sí. Así que usted no se indigne tanto, que seguro lo decreta la Leire Pajín en un pispás.

Bien, pues hasta ahora todo esto anterior ha sido de cachondeo. O no. Pero, a partir de ahora, proclamo y afirmo que también estoy muy indignado. Y si no he acudido a indignarme a la Puerta del Sol de Madrid, es porque me queda muy lejos. ¡Coño, que sobrevivo en Canarias! Pero sí que estoy indignado, y mucho, por bastantes circunstancias:

La principal, porque Zapatero se encontró con un país próspero, un país a punto de ingresar entre los ocho más desarrollados del planeta, y ahora, al cabo de sus siete años de Desgobierno, nos ha dejado entre los cuatro más desgraciados. Y la siguiente, que deriva de la principal ya dicha, el que nos haya convertido en el país de la OCDE con mayor tasa de paro. En solo siete años lo ha logrado el pollo. Un récord, claro está. Y todavía –hay que joderse– los socialistas del PSOE, los que han condenado a la miseria a una gran mayoría de españoles, pretenden hacerse con el voto de los indignados de la Puerta del Sol. ¡Con un par!

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