La presidenta electa de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha avanzado su intención de «contener inicialmente» el desarrollo de las infraestructuras de la región, que «comenzarán» –aquellas que «hoy después de tantos años siguen sin haberse realizado»– una vez que se saneen la cuentas públicas.
En su intervención en la primera sesión del Debate de Investidura en las Cortes, Cospedal ha avanzado su intención de mejorar las infraestructuras pero «supeditándolo» al análisis de la situación económica, al grado de ejecución de los proyectos y al estado de cada uno de ellos.
En este ámbito ha anunciado que firmará convenios con las comunidades autónomas vecinas en materia de transporte; realizará proyectos en materia de conexión por carretera entre Toledo-Ciudad Real-Córdoba; y pondrá en marcha las autovías que unirán las provincias de Guadalajara, Cuenca o Albacete, carreteras que estarán «al menos a la mitad de su ejecución» en estos próximos cuatro años.
De otro lado, en materia de agricultura y ganadería, ha reiterado su intención de suprimir el canon de la Fundación Tierra de Viñedos y de fomentar las ayudas al cooperativismo, la innovación y el desarrollo agroalimentario, para que este sector sea referente nacional e internacional.
También se ha comprometido Cospedal ha poner en marcha un Plan Hidrológico Nacional «que garantice agua para Castilla-La Mancha y para toda España», únicas palabras que ha dedicado la presidenta electa al asunto del agua.
