El incendio forestal iniciado en la madrugada del lunes en la localidad luguesa de Ribeira de Piquín, a causa de una tormenta seca, ha quedado finalmente extinguido a las 14.56 horas de este miércoles, tras quemar 140 hectáreas –100 de monte arbolado y 40 de raso, según una primera estimación que aporta la Consellería de Medio Rural–.
En las labores para apagar el fuego, que comenzó a las 2.27 horas del pasado lunes en una zona de difícil acceso, trabajaron ocho técnicos, 23 agentes forestales, 41 brigadas, 19 motobombas, dos palas, tres aviones y nueve helicópteros. También colaboraron medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Por otra parte, en estos momentos permanece activo un incendio en Cabana de Bergantiños (A Coruña) –en la parroquia de Cundíns– registrado a las 13.48 horas de este miércoles y sobre el que la Xunta sospecha que fuese provocado por el lanzamiento de fuegos artificiales.
Según la valoración provisional, afecta a 35 hectáreas y en su extinción participan un agente forestal, tres brigadas, cinco helicópteros y un avión.
Otro fuego se ha iniciado a las 13.35 horas de este miércoles en el ayuntamiento de Ponteceso, en la parroquia de Xornes, y ha quemado ya más de 25 hectáreas. El operativo para apagar las llamas está compuesto por cuatro agentes forestales, cuatro brigadas, un Grumir, cuatro motobombas, dos palas y dos aviones.
