Messiaen visto por Mortier: San Francisco Superstar, por J.C.Deus

St Francisco 2303Para rubricar su primera temporada en Madrid, Gerard Mortier -el nuevo director artístico del Teatro Real- ha apostado todo su prestigio a una carta, el ‘Saint François’ de Olivier Messiaen, una obra de dificultades extremas tanto en su realización como en su asimilación, una obra cuyo patrocinio ha adoptado y se ha propuesto imponer en el canon operístico del siglo XXI. La pieza que hoy se estrena es un gigantesco envoltorio para una leyenda legendaria, la del único santo de todo el santoral católico que el impío Establishment cultural acepta, un indignado de su tiempo que en vez de buscar protagonismo inmerecido acampando en el centro de las ciudades, se fue al campo a buscar el silencio y a escuchar a los pajaritos. San Francisco visto por Messiaen traducido por Mortier es un espectáculo contradictorio, ambicioso y discutible. Una cita imprescindible para toda mente alerta, una cita ambivalente, agridulce, entre el ansia de pecar y las tribulaciones del remordimiento. Una cita muy cristiana en un mundo anticristiano. Otro aliciente.

Francisco de Asís es un cuentecillo de dudosa verosimilitud. Olivier Messiaen (1908-1992), es ese gran músico francés, creyente militante, que al final de su vida quiso dejarnos un monumento proselitista de magnitudes inverosímiles y pretensiones apabullantes, incluso en el género de la desmesura por excelencia que es la ópera. Para envolver la historia del santo pobrecito quiso dejar pequeño al mismo Wagner, con un despliegue orquestal y vocal superior a todo lo visto hasta entonces. El personaje supuestamente más humilde en la partitura indudablemente más soberbia. Por aquí se inician las muchas contradicciones de esta pieza.

St Francisco 1828El compositor dedicó su vida a captar, sin llegar a conseguirlo, el misterio de la grandeza inconcebible del canto de los pájaros y en ésta su única ópera puso broche de ocho años de esfuerzos a tan magno empeño, un oratorio grandioso para loar a su visión de dios, la del Cristo que se sacrifica por la salvación de la humanidad condenada, la del sufrimiento como vía de perfección, la del amor a todo y a todos como camino de redención, la de la felicidad como sumisión al dolor, como aceptación de la derrota, como negación de cualquier rebelión ante el destino.

La orquesta más grande, el coro más numeroso, la duración más prolongada, todo en aras de magnificar un mensaje ideológico apoyado en el amor desinteresado y la humildad y la pobreza vocacionales.

St Francisco 2649Y junto al santo mediático y el músico grandilocuente, el tercer eje de la tripleta, monsieur Mortier, es la personificación de la toma del poder de los gestores/artistas, de los directores escénicos, de lo visual sobre lo audible en el teatro musical de nuestra época.

Para reforzar la contradicción, Mortier elige un macromontaje ‘épatante’ con estructura central de doce toneladas, escenario olímpico, audiencia masiva. Su ideal de ‘opera de masas’ es un espectáculo que compita con los megaconciertos, las finales deportivas, los grandes eventos del escenario global de nuestros días.

Cometiendo el mismo error de tantos compositores que siendo músicos se creen literatos, Messiaen escribió un libreto panfletario que suena a prédica; un sermón ampuloso en nombre de una espiritualidad a la que no colabora. La partitura es extraordinaria, sin duda, con momentos excelsos, pero excesiva, imposible de asimilar en su gigantismo. La medida justa de las cosas es componente esencial del arte, y el exceso de carga puede hacer naufragar poderosos navíos.

St Francisco 3469Las pretensiones de este ‘Saint Françoise d’ Assise’, más de cuatro horas de representación, una orquesta de 110 músicos y un coro de 120 cantantes- lo hacen muy difícil de poner en escena por lo que su presencia en Madrid es un acontecimiento que va más allá de cualquier repertorio. La expectación que Mortier ha sabido generar aspira a una audiencia de más de cuatro mil espectadores por representación. Pero el precio de tal despliegue no es baladí. La ópera abandona su templo tradicional, ese oasis de distinción que mantiene casi en exclusiva hoy día, para trasladarse a terreno ‘enemigo’: afueras de la ciudad, estadio deportivo, público en camiseta.

Así se consuma el conjunto de contradicciones de esta propuesta. Mensaje espiritual trufado de pompas terrenales, propuesta íntima en ropajes masificados, desunión de fondo y forma.

St Francisco 2466La instalación de Emilia e Ilya Kabakov, que quiere ser una cúpula eclesial y es constructivismo soviético en estado puro, es original, una bella metamorfosis de color, pero como todo en la pieza, fatiga a partir de la mitad del segundo acto. La escenografía de Giuseppe Frigeni intenta paliar una vastedad espacial casi imposible, en la que reina una incontinencia musical inabarcable. Si el mismo Cambreling ha necesitado estudiar la partitura arduamente y dirigirla varias veces para empezar a asimilarla, si los Kabakov tardaron en comprenderla (si es que lo consiguieron), si Frigeni tuvo que descifrarla durante dias, si este conjunto de especialistas habla de hasta ocho o diez audiciones antes de penetrar en su esencia, es de figurarse las dificultades del común de los mortales en una unica y agotadora asistencia.

¿Merece la pena? Sin la menor duda. ¿Necesita el espectador cultural revulsivos como éste? Absolutamente. Un océano musical envuelve un sermón infumable. Un dilema personal trastocado en espectáculo. Religión con fluorescentes.

TEATRO REAL
Madrid Arena
SAN FRANCISCO DE ASÍS. Escenas franciscanas
Olivier Messiaen (1908-1992)
Ópera en tres actos y ocho escenas en lengua francesa
Libreto del compositor
Estrenada en la Ópera de Paris el 28 de noviembre de 1983
Estreno en España en versión escénica
6, 8, 10, 11 y 13 de julio a las 18.00 horas

EQUIPO ARTÍSTICO

Director musical Sylvain Cambreling
Instalación Emilia e Ilya Kabakov
Disposición escénica Giuseppe Frigeni
Figurinista Robby Duiveman
Iluminador Jean Kalman
Directores de los coros Andrés Máspero y Francesc Perales

REPARTO

El ángel Camilla Tilling (soprano)
San Francisco Alejandro Marco-Buhrmester (barítono)
Vincent Le Texier* (barítono)
El leproso Michael König (tenor)
Hermano León Wiard Witholt (barítono)
Hermano Maseo Tom Randle (tenor)
Hermano Elías Gerhard Siegel (tenor)
Hermano Bernardo Victor von Halem (bajo)
Hermano Silvestre Vladimir Kapshuk (bajo)
Hermano Rufino David Rubiera (bajo)

Coro Titular del Teatro Real (Coro Intermezzo)
Coro de la Generalitat Valenciana

SWR Sinfonieorchester Baden-Baden – Freiburg
(Orquesta Sinfónica de Baden-Baden – Friburgo)

REALIZACIONES

Escenografía, vestuario, utilería Ruhrtriennale, Teatro Real
Caracterización, calzado, pelucas Ruhrtriennale, Teatro Real
Diseñador de sonido Sandro Grizzo
Asesoría proyecto acústico Müller-BBM
Instalación acústica Neumann & Müller

DURACIÓN APROXIMADA
Acto I: 1hora y 10 min.
Pausa de 30 min.
Acto II: 1hora y 55 min.
Pausa de 1 hora
Acto III: 1hora y 10 min.

Durante el segundo entreacto habrá un servicio de restauración
en el recinto para el público que lo desee.

St Francisco 3534

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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