Ferraz tiene un problema de enjundia con los socialistas canarios. Sólo han pasado dos meses desde el bochornoso espectáculo ofrecido por el entonces senador gomero Casimiro Curbelo en una sauna y en una comisaría madrileñas, que además le forzó a dejar su cargo en la Cámara Alta, para que en el seno del PSOE autonómico sufran un ataque de amnesia y vayan a proponerle nuevamente como cabeza de lista por su isla.
Será este fin de semana del 24 y 25 de septiembre de 2011 cuando la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE refrende el acuerdo aprobado por unanimidad en todos los comités locales del PSOE de La Gomera para que Casimiro Curbelo sea el candidato, un anuncio que además no sorprende porque semanas atrás fue el propio secretario autonómico, José Miguel Pérez, quien aludía a razones de alto precio político el pagado por el ex senador y que, por tanto, ya había cumplido su penitencia –Curbelo, el caradura de la sauna, amenaza con volver al Senado-.
Esto es lo que decía el líder de los socialistas canarios:
No hay ningún tipo de norma ni circunstancia que impida que Casimiro Curbelo vuelva a ser candidato. Dimitió de senador renunciando a sus prerrogativas para someterse a un juicio por unas faltas. Dio ejemplo no sólo en Canarias y sino en toda España de cual debe ser la actitud de un responsable público.
Lo cierto es que los votantes gomeros tendrán entre las alternativas a un representante socialista que se ha destacado por los siguiente ‘méritos’ –«Curbelo (PSOE) iba borracho como un piojo»–
Los detalles sobre los graves incidentes protagonizados por el senador socialista Casimiro Curbelo el 14 de julio de 2011 son aun más turbios y delictivos de lo que pudiera pensarse. El político, que también ejerce la presidencia del Cabildo de La Gomera, agredió en plena comisaría a un funcionario porque no quiso atender su petición de que dispusiera un operativo para hacer una redada en el local en el que, pásmense ustedes, previamente había destrozado mobiliario y había intentado mantener relaciones sexuales sin pagar por los servicios.
La película de los hechos fue la siguiente:
Casimiro Curbelo, una vez le expulsan de la sauna Gola tras no ser atendidas sus peticiones de tener sexo gratis, llama a la Policía, pero luego se niega a identificarse y además, a voz en grito, replica a los agentes que «Nosotros somos el pueblo y ustedes son servidores del pueblo».
Ahí se monta una trifulca y da un puñetazo al policía mandándole al hospital y donde, evidentemente, se hace un parte médico de lesiones. Según la Policía, iba borracho como un piojo.
Casimiro Curbelo deberá responder por tres causas penales; un delito de daños, una falta de lesiones más injurias y calumnias, originados dentro del club de alterne, por haber roto varios vasos, una mesa de cristal y un cristal de grueso tamaño.