La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha «asumido» los pitidos que una parte de los participantes en el traslado del pendón en víspera de la fiesta de San Mateo, en Cuenca, han realizado en forma de protesta, aunque ha indicado que «la razón la lleva la mayoría, no los que más gritan».
A preguntas de los medios durante la rueda de prensa que ha ofrecido en esta ciudad para dar cuenta de su primer encuentro con Su Majestad el Rey don Juan Carlos, Cospedal ha defendido que en esta celebración «había muchas personas a las que le parecía muy mal lo que estaba sucediendo, es decir, utilizar las fiestas de San Mateo y la propia Catedral como un acto de reivindicación política».
La presidenta regional, que ha matizado que «cada uno es libre de hacer lo que le parezca bien, incluso reventar las fiestas de su ciudad, porque es lo que han intentado hacer», ha indicado no compartir ese tipo de procedimientos, aunque como presidenta de Castilla-La Mancha los asume.
Y es que, según la titular del Ejecutivo regional, «la mayoría está de acuerdo con que se ha despilfarrado mucho y hay que aplicar medidas de austeridad sin recortar los servicios sociales», y es esta mayoría «y no los que más gritan» los que «llevan la razón», ha concluido.
