El artefacto explosionado por los Tédax en el barrio vigués de Bouzas tenía «cierta consistencia» y pudo tener «consecuencias importantes» si llega a estallar en el interior del cajero de NCG en el que fue encontrado por un vecino de la zona.
Así lo ha confirmado, en declaraciones a los medios, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, tras visitar la zona y hablar con responsables de la Policía Nacional. Según ha precisado el regidor, aún es pronto para conocer la composición del artefacto, pero ha insistido en que, de no haber explosionado en una zona abierta, los daños hubieran sido mucho mayores que los cristales y persianas que resultaron afectados.
En concreto, la Policía Nacional ha puntualizado, en un comunicado, que la detonación del artefacto produjo «escasos daños materiales» consistentes en la rotura de cristales en los bajos y primeros pisos de los edificios colindantes.
Caballero ha confirmado que un vecino de la zona avisó a la Policía tras encontrar un paquete sospechoso en el cajero de la sucursal situada entre las calles Pescadores y Tomás Alonso. El paquete, que tenía un cartel con el aviso de ‘Peligro bomba’ fue retirado por los Tédax y explosionado sobre las 5.00 horas. En ese momento, la Policía ya había desalojado a los seis vecinos que estaban en el edificio donde se ubica la oficina bancaria.
El alcalde de la ciudad olívica ha condenado este atentado, del que no se ha reivindicado la autoría y ha expresado su deseo de que los responsables «sean detenidos pronto y pasen una buena temporada en la cárcel». «Confío en que se detenga a estos facinerosos», ha apuntado Caballero, quien ha añadido que quienes colocaron el paquete «son unos sinvergüenzas».
VECINOS
Los vecinos del edificio afectados, en el número 35 de la calle Pescadores, han relatado que sobre las 4.05 horas la Policía les avisó de que tenían que desalojar sus viviendas. Una hora después los Tédax explosionaban de una forma controlada el artefacto.
«El susto fue impresionante», ha explicado Vicente Martínez, que ha apuntado que primero hubo una primera explosión y luego una segunda «que fue impresionante».
Este vecino ha explicado que la detonación «hizo temblar hasta los árboles» y que, según los bomberos, si llegara a producirse dentro del cajero «podría haberse venido abajo el edificio».
Los bomberos y los servicios municipales de limpieza han retirado los cristales y restos de persianas que habían caído a la calle, y desde las 10.15 horas se ha restablecido el tráfico en los viales cortados. Además, peritos de las compañías aseguradoras se han desplazado a la zona para estudiar los desperfectos.
