La Consejería de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña cometió un error de bulto al maquillar los resultados del informe PISA 2009. La Fundació Jaume Bofill ha denunciado que la Generalidad cometió varias irregularidades graves en la ejecución de las pruebas para el informe.
Según la fundación, de carácter nacionalista, es decir, nada sospechosa, la Consejería –cuando entonces se titulaba de Educación– excluyó a unos 150 alumnos del nivel más bajo (repetidores, alumnos de 3º de ESO, e hijos de inmigrantes) para conseguir mejorar los resultados finales.
El porcentaje de alumnos inmigrantes examinados fue del 11,2% del total, cuando en realidad suponen el 17,5% del total de la ESO. Y se aumentó la proporción de alumnos de 4º de ESO, que suelen sacar mejor puntuación que los de 3º. Este «sesgo de la muestra» se considera como un «déficit importante» del proceso evaluador, que finalmente solo examinó a 1.381 alumnos de los cerca de 1.500 previstos.
ERROR EN EL INFORME PISA 2006
Además, en el momento de conocerse los resultados del informe, en diciembre de 2010, la Consejería mostró su alegría porque en el ámbito de la comprensión lectora en Cataluña se habían obtenido 498 puntos de media, 21 más que los 477 del informe anterior, correspondiente al año 2006 –los informes PISA se elaboran cada tres años–. Y también se había mejorado en matemáticas (8 puntos) y en ciencias (6 puntos).
Sin embargo, varios expertos trataron de rebajar la alegría de los gobernantes autonómicos, asegurando que había habido un error en el informe PISA 2006 por el que había infravalorado las puntuaciones en torno a 20 puntos en los tres ámbitos. Si eso fuera cierto, en realidad, no se habría producido ninguna mejoría en ese trienio de 2006 a 2009.
NIÑOS CASTELLANOPARLANTES DISCRIMINADOS
Finalmente, el informe de la fundación sobre las pruebas PISA 2009 ratifican —El rendimiento escolar de los niños castellanohablantes en Cataluña es peor por la inmersión— que los niños castellanoparlantes sufren una discriminación en las escuelas de Cataluña. Sus resultados son hasta 20 puntos inferiores a los de los niños catalanoparlantes.
El modelo educativo catalán se rige bajo la inmersión lingüística obligatoria en catalán –declarada ilegal por los tribunales tal y como la está poniendo en práctica la Generalidad–, por lo que los niños de lengua materna en catalán no son inmersionados, al recibir toda la enseñanza en su primera lengua, mientras que los niños de lengua materna castellana no reciben ninguna asignatura –excepto la de lengua española– en su lengua materna, pese a que es oficial en Cataluña y la común con el resto de España.
