Uno de los fundadores de Ciudadanos es despedido de la Universidad Pompeu Fabra al tiempo que el centro universitario ficha a Carod-Rovira

Arcadi Espada: «Ningún dinero de lo que gano viene de Cataluña»

El argumento definitivo que esgrime el decano para el cese del periodista es que este no hacía "vida universitaria"

Arcadi Espada: "Ningún dinero de lo que gano viene de Cataluña"
Arcadi Espada.

Arcadi Espada ya no es profesor de Lengua Española en la Facultad de Periodismo de la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Los motivos alegados por el decano para el despido, que el propio periodista hizo públicos en su columna habitual de los sábados en El Mundo, son varios y todos a la vez: reducción del presupuesto de la UPF, eliminación de la asignatura que impartía y no hacer «vida universitaria».

El periodista catalán –en una columna titulada La vida universitaria, publicada el pasado 12 de noviembre de 2011 y escrito en tercera persona– explica punto a punto las razones que el decano, tras el requerimiento de Espada por la no convocatoria a la reunión de planificación del curso, esgrimió para decidir que uno de los fundadores de Ciudadanos ya no impartiría más clases en la Facultad:

«El pasado 3 de octubre, y extrañado de que nadie se hubiera dirigido a él para comunicarle las rutinas del inicio de curso, el profesor Espada escribió al decano Casasús. Incluía este párrafo, que te traduzco: «Como comprenderás, no puedo pensar ni por un momento que después de 18 años se rompiera mi vinculación con la Facultad sin que el decano -un hombre con educación- se dirigiese a mí, por carta o en persona, para explicarme los motivos del nuevo estado de cosas». El decano le contestó. Tengo su carta. Pero Espada no me deja enviártela. Te bastará saber que la única razón que de su apartamiento universitario da el decano no tiene que ver con los recortes ni con la desaparición de su bonita asignatura. Es que Espada no hacía vida universitaria. No es que no impartiera sus clases, asistiera a las vacuas y escasas reuniones a las que era convocado y cumpliera rigurosamente con sus obligaciones. No. Justificándole que necesitabas pruebas para creerme, he podido arrancarle estas líneas de la patética carta del decano: «También es de personas educadas llamar de cuando en cuando a la puerta del despacho de al lado, donde trabaja la persona que te contrató hace casi 20 años». Habrás comprendido. La vida universitaria. No enseñar, no leer, no escribir, no pagar deudas. Toc, toc»

«MI LUGAR EN LA TRAMA INSTITUCIONAL CATALANA NUNCA HA SIDO CÓMODO»

Periodista Digital ha contactado con el ya ex profesor de la UPF — universidad que ha contratado recientemente al ex vicepresidente de la Generalidad, Josep-Lluís Carod-Rovira — para que, en primera persona, explique algunos detalles de su destitución:

Pregunta: En su artículo publicado en El Mundo indica que no solo Lengua Española sino que también la asignatura de Lengua Catalana ha sido eliminada del currículo estudiantil de la UPF, ¿tan bien preparados están los alumnos que llegan a la universidad como para que no se necesiten estas dos asignturas en una Facultad de Periodismo?

Respuesta: No. Haber eliminado estas asignaturas es un grave error. Precisamente la competencia lingüística es una de las vertientes de la formación donde yo no he detectado mejoras apreciables de año en año.

P.: Tras 18 años en la UPF y una salida obligada, ¿se siente decepcionado con el sistema universitario o con los que gestionan cada centro?

R.: Yo no conozco otro sistema que el de la Pompeu. Funcionó admirablemente los primeros años. Pero pronto degeneró.

P.: ¿Y a partir de ahora, qué? ¿Le han ofrecido recuperar la docencia en otra universidad?

R.: La misma mañana del sábado en que se publicó mi artículo me llamó el rector de una universidad española para ofrecerme la posibilidad docente que la Pompeu Fabra me negaba. Me conmovió su gesto y la rapidez de su reacción.

P.: ¿Cuál? ¿Dónde?

R.: Permítame que no dé aún su nombre.

P.: Usted se ha posicionado claramente, en público, por lo menos desde la fundación de Ciudadanos, en contra de ciertas actitudes del establishment nacionalista en Cataluña, que todo lo impregna. ¿Cree que en una decisión como la del decano de la UPF puede haber algo de «pasar factura política»?

R.: Puede. Pero yo no tengo pruebas. Mi lugar en la trama institucional catalana nunca ha sido cómodo. Y me ha hehco lógicamente antipático y algo más vulnerable. Ahora que ya no trabajo para la Pompeu puedo decir que ningún dinero de lo que gano viene de Cataluña.

P.: ¿Tan mal está Cataluña, tan pobre en libertades, o es algo generalizado en toda España?

R.: La calidad de la democracia española no es buena. En los lugares donde gobierna el nacionalismo es aún peor.

P.: Entre los pretextos para rescindir su contrato con la universidad le han reprochado que no hiciera «vida universitaria», que no llamara «de cuando en cuando» a la puerta del decano, que no hciera «toc toc», ¿insinúa que en la univesidad se valora más la amistad que el conocimiento para la docencia?

R.: No lo insinúo lo afirmo. Yo escribí mi artículo porque tengo la seguridad de que el mío no es un caso particular. Y que gente mucho más valiosa, pero con menor potencia de voz que yo, no ha encontrado sitio en el sistema universitariao español por no saber hacer el toc, toc.

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Autor

Javier Velasco-Arias

Javier Velasco-Arias, biblista y educador.

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