El desastre cosechado en Lugo y haber perdido hasta su localidad natal de Palas de Rei, también influyen en la decisión
Quien ha sido durante una década el número dos del PSOE más poderoso que nunca haya tenido el partido, tira la toalla. José Blanco anunció anoche que abandona la primera línea política y que no tendrá ningún cargo orgánico tras el 38º Congreso.
Eso sí, se mantendrá como diputado, lo que le garantiza seguir como aforado ante las posibles consecuencias judiciales del caso Campeón.
En declaraciones a La Noche en 24 horas de TVE, este 24 de noviembre de 2011, José Blanco afirmó:
«Yo he sido el número dos del partido durante más de 10 años. He estado en la primera línea política nacional, no voy a estar siempre en la primera línea de la política nacional».
EL HORIZONTE PENAL
El todavía vicesecretario general del PSOE aseguró que tampoco va a ser candidato a la Xunta de Galicia, aunque indicó que seguirá, de momento, trabajando en política dentro de su puesto como parlamentario.
La renuncia de Blanco, aunque ya se puso de perfil en esta campaña electoral y había anunciado en muchas ocasiones su deseo de pasar a un segundo plano político, coincide en el tiempo con la elevación al Tribunal Supremo, por parte de la juez de Lugo Estela San José -con el apoyo del fiscal- de una causa penal en la que se le atribuyen indiciariamente delitos castigados con penas de cárcel.
De este caso, según fuentes cercanas a Blanco, el dirigente socialista ha salido muy «tocado», y aunque mantiene y defiende su inocencia, es la causa principal que le ha llevado a anunciar su retirada, casi definitiva, de la vida política.
Porque todo apunta a que, si su horizonte penal se despeja y deja de necesitar el aforamiento, abandonará el acta de diputado y pasará a la actividad privada.
ZAPATERO Y RUBALCABA
El ministro de Fomento en funciones ha recordado que ha sido el ‘número dos’ del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero durante más de diez años y ahora su intención es abandonar «la primera línea de la política nacional» tras la celebración del Congreso Federal, aunque ha matizado que eso no quiere decir que pretenda dejar la política activa ya que quiere cumplir con el mandato de las urnas y ser diputado por Lugo.
Con esta decisión, conocida por el propio Zapatero –después de que éste renunciara al liderazgo del partido– como al exvicepresidente del Gobierno Alfredo Pérez Rubalcaba –en este caso, cuando le comunicó que no iba a dirigir su campaña electoral–, el dirigente socialista pretende «facilitar» la llega a la dirección del partido de personas «con empuje, con ganas».
Es el momento, ha dicho, de «abrir paso a otra gente, para lo que algunos tenemos que dar un paso atrás».
Además, ha desvinculado esta opción con su implicación en el ‘caso Campeón’, un asunto sobre el que no se ha querido pronunciar más allá de mostrar su confianza en la Justicia para que «la ley caiga sobre quien hizo supuestamente acusaciones falsas» en un sumario que, ha apostillado, «es todo menos secreto».
En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, ha enfatizado que, en cualquier caso, su renuncia a la dirección del PSOE no quiere decir que él vaya a dejar la política activa y ha recordado que los ciudadanos han expresado su voluntad en las urnas para que sea diputado por Lugo.
Blanco ha negado que su futuro pasa por ejercer la política en Galicia.
«No tengo previsto ser presidente de la Xunta de Galicia», ha respondido al ser preguntado directamente por esta opción.
RUBALCABA, CHACÓN Y EL LIDERAZGO DEL PSOE
Asimismo, el vicesecretario general del PSOE ha recalcado que el Congreso Federal de febrero tiene que servir al partido para perfilar un «proyecto sólido alternativo» y lograr un fuerte «liderazgo» con el objetivo de ganar las próximas elecciones generales dentro de cuatro años «o antes», ha matizado.
Blanco, que ha recordado que él no va a votar en el Congreso socialista al no ser delegado, ha enfatizado además que es «irrelevante» la opinión de los dirigentes socialistas sobre la elección del nuevo secretario general del partido, porque lo importante en este cónclave es «la voz de los militantes».
En este sentido, ha elogiado tanto tanto a Alfredo Pérez Rubalcaba como a Carme Chacón, aunque ha recalcado que lo importante no es quién ni cuántos candidatos se presenten para encabezar el partido sino que del Congreso de febrero salga un «proyecto con solidez» y se logre el liderazgo y las condiciones necesarias «para poder volver a tener la confianza de los ciudadanos».
RESPONDE A IBARRA
El todavía ‘número dos’ del PSOE ha dicho que no comparte la opinión del expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien este jueves había reclamado que tras el resultado electoral del 20 de noviembre dimitiera el Comité Federal y fuera una gestora la encargada de preparar el cónclave socialista.
«La dirección va a facilitar que todo el mundo pueda opinar, no hay que hacer nada extraordinario cuando todo está perfectamente reglado; se trata de un congreso ordinario que se debe conducir de forma ordinaria».
Blanco ha achacado en reiterada ocasiones el «mal resultado» de las elecciones generales a la crisis económica y ha puesto en un segundo plano otros «matices» como que el Gobierno de Zapatero, ha enumerado, pudiera haber gestionado de otra forma la política económica o la comunicación en un momento que hubo que tomar «decisiones muy difíciles y dolorosos».