La Rioja recibirá la Navidad sin nieve, pero con una importante presencia de niebla en el Valle del Ebro. Para Año Nuevo, en cambio, se prevén precipitaciones en forma de lluvia y de nieve en la montaña.
Así lo explicó ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Evelio Álvarez, quien indicó que las temperaturas desde ahora y hasta después de Reyes serán las normales en esta época del año, mientras que las precipitaciones serán ligeramente inferiores a lo habitual a partir del 26 de diciembre.
En esta primera semana que concluye con el día de Navidad, España vivirá una situación anticiclónica que se manifestará en cielos despejados, temperaturas diurnas altas (de hasta quince grados) y nocturnas bajas (de dos a cuatro grados).
Esa será, por ejemplo, la situación en las zonas de sierra de la región.
En el valle, por el contrario, se espera que durante esta semana, y especialmente en los días claves (23, 24, 25, 26) se formen «nieblas persistentes, que durarán varios días y que harán que las temperaturas no suban de los tres o cuatro grados en todo el día», indicó Álvarez, que recordó la necesidad de que los conductores extremen las precauciones ante este fenómeno que limita la visibilidad.
Para el Año Nuevo, por el contrario, se espera la llegada de un frente que dejará precipitaciones en La Rioja, disipando la niebla y suavizando las temperaturas.
«No serán unas blancas Navidades, ojalá que sí lo sea el Año Nuevo con ese frente, aunque la nieve sea en zonas altas», matizó Álvarez. Además, no habrá que olvidar que en el Valle del Ebro podría soplar «con ganas» el cierzo hacia el 3 o el 4 de enero.
Final de un año muy cálido
El delegado de la Aemet hizo balance de un año que «ha sido más cálido y lo ha sido a destiempo». Álvarez explicó que, mientras julio fue un mes frío, abril lo fue extremadamente cálido. El otoño se cierra con 1,9 grados más de lo normal, y 2011 es el año más cálido (hasta diciembre) de la serie histórica, que nace en 1971.
Las precipitaciones, por el contrario, han sido un 15% más escasas de lo normal. Sólo junio fue un mes muy húmedo, y esa tendencia, junto con la de las temperaturas, prueba para Álvarez que el cambio climático existe. Hasta febrero, las temperaturas se esperan normales y las lluvias también en el caso del oeste riojano (la zona de Haro será algo más seca).