El consejero de Interior de la Generalidad, el polémico Felip Puig —«Pido que la monarquía aguante hasta que Cataluña sea independiente»–, volvió a defender la actuación de los Mossos d’Esquadra que detuvieron al ciudadano de Manresa que murió poco después tras un colapso cardiorespiratorio provocado durante la detención.
Para Puig, Sergio E.C. de 34 años, no habría muerto si no hubiera opuesto tanta resistencia a los policías que lo detuvieron: «Estoy convencido de que, sin resistencia durante la detención, esta situación no se habría producido».
Unas polémicas declaraciones del máximo responsable de la policía autonómica pronunciadas durante una rueda de prensa este lunes 2 de enero de 2012 para defender la actuación de los Mossos durante la detención de Sergio E.C.
«EXCESO DE RESISTENCIA»
«Según mis informaciones, se produjo una situación de exceso de resistencia y de agresividad», aseguró Puig, y remarcó que tuvieron que intervenir hasta cinco agentes de policía en su detención, y que la víctima intentó hacerse con el arma de uno de los mossos.
El dirigente de CiU, lamentó la muerte del detenido y admitió que es incluso «lógica» la reacción de la familia, que ha anunciado que interpondrá una denuncia contra los Mossos. Aunque al consejero ya le consta que la juez está instruyendo las diligencias oportunas: «Es obvio que la justicia debe instruir el correspondiente expediente, y desde la Generalidad facilitaremos toda la información».
Además, recordó que, como siempre se realiza en este tipo de situaciones, la Consejería de Interior ha encargado una investigación de oficio, aunque subrayó que mantiene su plena confianza en la actuación policial mientras no se demuestre lo contrario.
Finalmente, Puig defendió que «a priori la policía siempre cumple escrupulosamente las normas» durante las detenciones, un tipo de actuación que es de las más frágiles y delicadas que lleva a cabo la policía; y recordó que sobre Sergio E.C. pesaban 13 órdenes de detención y 23 atestados policiales.
ESCONDER LA IDENTIDAD
Los hechos de la detención se iniciaron, según informó el pasado sábado 31 de diciembre de 2011 la Generalidad, por la noche del 30 al 31 en Manresa (Barcelona), cuando en un semáforo una patrulla de los Mossos reconoció al ocupante del vehículo como uno de los sospechosos más buscados por la policía.
Pese a las indicaciones de los agentes, en un primer momento el turismo que conducía Sergio E.C. hizo la intención de evadirse, pero fue interceptado en la Avenida de la Universidad de la población barcelonesa.
Siempre según la versión oficial, los agentes identificaron al conductor y al copiloto del vehículo, y Sergio E.C. intentó esconder su identidad facilitando el nombre de su hermano, pero su físico, de gran corpulencia, le delató.
RESPIRACIÓN DIFICULTOSA
Fue entonces cuando, en previsión de posibles incidentes, los agentes esperaron la llegada de nuevas patrullas para poder realizar la detención con todas las seguridades. Al llegar los refuerzos policiales se le comunicó al retenido que iba a ser detenido y este reaccionó violentamente.
Se produjo un forcejeo entre los agentes y Sergio E.C. hasta que este consiguió un arma reglamentaria de uno de los agentes y les amenazó con utilizarla. Antes de males mayores, según la versión de los Mossos, los policías reaccionaron rápidamente y «pudieron desarmarlo».
Tras esposarlo, los agentes se dieron cuenta que el detenido respiraba con dificultad y activaron el protocolo necesario para asistirlo llamando a una ambulancia medicalizada para su traslado a un centro médico. Fue ingresado en la UCI donde, posteriormente, falleció.