El Ejecutivo andaluz de Pepe Griñán tiene muy claro que quiere que los alcaldes trabajen al 100 por 100 por sus pueblos y ciudades, y que los parlamentarios trabajen al 100 por 100 por Andalucía. Pero en el PP-A no están de acuerdo. Es la guerra. Javier Arenas, que tiene en alcaldes y alcaldesas del PP-A su mejor equipo de combate, los lanza de nuevo a la arena política contra las huestes socialistas y la actual ley electoral andaluza.
Si el fin de semana pasada Juan Ignacio Zoido anunciaba en Twitter que encabezaría la lista al Parlamento de Andalucía por Sevilla, ahora la rebelión se confirma. De no haber sido por la muerte del fundador del partido, Manuel Fraga, los populares habrían presentado este lunes sus cabezas de lista al Parlamento andaluz en las elecciones autonómicas del próximo 25 de marzo con la presencia de cinco alcaldes, José Antonio Nieto por Córdoba, Carlos Rojas por Granada, Pedro Rodríguez por Huelva, Esperanza Oña por Málaga y Juan Ignacio Zoido por Sevilla, y una sola ‘cara nueva’ respecto a los comicios de hace cuatro años, Catalina García, portavoz del PP en la Diputación de Jaén, por dicha provincia. Son bazas electorales, lo mejor del partido, y Arenas lo sabe perfectamente.
Más presencia femenina
Y hay más cuota femenina. En esta ocasión, los populares optan por situar a seis hombres y dos mujeres al frente de sus candidaturas, lo que supone una mayor presencia femenina entre los ‘números uno’, ya que hace cuatro años sólo la alcaldesa de Fuengirola y portavoz del Grupo Popular en el Parlamento andaluz, Esperanza Oña, encabezó la lista por Málaga. El presidente del PP-A y candidato a la Presidencia de la Junta, Javier Arenas, repetirá como ‘número uno’ por Almería, provincia que ya eligió para concurrir a las urnas en 2008, mientras que el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, vuelve a encabezar la lista al Parlamento andaluz por Cádiz. El ‘delfín’ de Arenas dará juego en una provincia por la que se presenta candidata la secretaria general del PA, Pilar González. Y donde el PSOE puede que lleve al ex consejero Luis Pizarro.
¿Qué está pasando en el PP andaluz? Pues la respuesta es sencilla, confían que prospere el recurso interpuesto ante el Constitucional contra el cambio legal impulsado por PSOE-A e IU-CA, que considera incompatible el cargo de regidor o presidente de Diputación con el de parlamentario andaluz, aunque sí les permite concurrir a los comicios para después elegir entre una de las dos posibilidades. La guerra no es tan cruenta porque los alcaldes, que solo pueden cobrar un sueldo (a elegir) pueden regresar a sus cargos como si tal cosa si se desestima el recurso o el PSOE-A gana las elecciones autonómicas.
Legal
El número dos de Arenas, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, ha manifestado este lunes en una entrevista en Canal Sur Radio recogida por Europa Press que su partido va a presentar alcaldes en sus candidaturas para el 25M «porque es absolutamente legal» y ha criticado el «cinismo» del PSOE, «que presenta a sus alcaldes como senadores, ahí está el alcalde de Alcalá de Guadaira, algunos tenientes de alcalde, el propio candidato del PSOE es senador y sin embargo se niega a que quienes están a unos minutos del Parlamento puedan ser parlamentarios andaluces».
Sanz cree que la ley está hecha «contra las personas» y no a favor del interés general. Asegura que «un gobierno del cambio reformará la ley para que los alcaldes sigan estando en el Parlamento» y recuerda otros tiempos, nombres como Julio Anguita, José Antonio Marín Rite y Teófila Martínez «por su gran contribución al Parlamento de Andalucía.
Respecto a las elecciones autonómicas de marzo de 2008, la única ausencia entre las cabeceras de lista es la del alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, que renunció recientemente a su escaño en el Parlamento andaluz tras su elección como senador en los comicios generales del pasado 20 de noviembre.
¿El tapado de Arenas?
Pero no solo en el PSOE, ha cundido en la clase política andaluza una hipótesis política, que ayer lanzó a la palestra el portavoz socialista del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, para quien «Arenas no va a ganar y quiere dejar a Zoido como jefe de la oposición en el Parlamento», para quien ser parlamentario es «absolutamente y totalmente incompatible con la Alcaldía» hispalense. Los socialistas creen que Sevilla «justifica y merece una dedicación plena. Asegura que en el caso de haber sido alcalde de la ciudad hispalense, «no optaría» a ocupar un escaño en la Cámara andaluza.
De otro lado, ha manifestado de que las aspiraciones de Zoido en el Hemiciclo andaluz es posible extraer una serie de «conclusiones políticas». «Entiendo que con este anuncio, reconoce que el PP presume o intuye que no va a ganar las elecciones andaluzas», ha señalado Espadas. En ese sentido, ha argumentado que si Zoido esgrime que aspira a revalidar su condición de diputado andaluz para «defender los intereses» de los sevillanos, en el caso de que finalmente el popular Javier Arenas se convierta en el nuevo presidente de la Junta de Andalucía «¿qué va a hacer Zoido defendiendo estos intereses ante Arenas?».
«Se trata de votos, nuestros alcaldes y alcaldesas son un valor firme, recientemente refrendado por los andaluces y andaluzas. Tan simple como eso, son los mejores», se limitan a afirmar en el entorno de Javier Arenas. Y no le falta razón, por eso la estrategia de Arenas incomoda, y mucho, en el PSOE-A y en la Junta de Andalucía.
La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, denuncia «la falta de coherencia» del presidente del PP-A, Javier Arenas, respecto a la reforma de la Ley electoral andaluza que introduce la incompatibilidad entre los cargos de alcalde y diputado autonómico, una iniciativa que el Gobierno central se ha planteado recurrir ante el Tribunal Constitucional. «Nunca nos deja de sorprender Arenas, quien hasta hace poco proclamaba una persona un cargo y que a la primera de cambio quiere varios cargos para una misma persona».
En este sentido, la consejera ha recalcado que «les parece una falta de coherencia», sobre todo, ha dicho, «cuando hay otras comunidades autónomas con idéntica normativa –en referencia a Galicia–«. «Nos parece llamativo que recurra la Ley andaluza y que no recurra un Ley que impone las misma incompatibilidades», ha subrayado Moreno.
Incompatibilidades
Por su parte, la secretaria general del Partido Andalucista (PA) y candidata a la Presidencia de la Junta, Pilar González, ha criticado que el presidente del PP-A, Javier Arenas, hable de «regeneración democrática» y luego «se salte a la torera» la nueva Ley de Incompatibilidades aprobada en el Parlamento andaluz para incluir a alcaldes en listas del PP-A a las elecciones autonómicas del 25 de marzo.
El cabeza de lista al Parlamento andaluz por Sevilla, Fernando Álvarez-Ossorio, afirma que «si Rajoy pide la suspensión de la ley estará tomándole el pelo al Parlamento y a la autonomía de Andalucía, porque los andaluces han decidido que quieren a sus alcaldes en sus municipios al cien por cien».
En este sentido, ha asegurado que los socialistas andaluces «presenciamos con sorpresa e incredulidad» este «desafío de Arenas al Parlamento», calificando el rechazo popular a la incompatibilidad de alcaldes y parlamentarios de «insumisión clara a la soberanía de Andalucía». «Son maestros de la confusión, del ‘donde dije digo, digo Diego’, tienen poca credibilidad y tendrán que explicar por qué lo que no vale aquí sí vale en Galicia; sólo lo entendemos desde el punto de vista de que aquí gobernamos los socialistas», ha apostillado.
«Los socialistas no vamos a permitir que Arenas y Rajoy hagan en Andalucía lo que ya hacen en Valencia, Baleares o Castilla-La Mancha, donde los recortes presupuestarios afectan a derechos tan esenciales como la educación, la sanidad y las prestaciones sociales», ha recalcado la secretaria de Organización, y ha garantizado que «seguiremos denunciando maniobras del PP» como las medidas planteadas para el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde el PP pretende «asfixiar a las comunidades autónomas para que no tengamos más remedio que actuar sobre los derechos básicos porque, en el fondo, hay un intento de cargarse el Estado del Bienestar» y «no les importa cargarse el Estado de las Autonomías y regresar a un centralismo peligroso».