Y a las 72 horas llegó la reacción en tromba del nacionalismo de columna en los medios de comunicación de Cataluña.
No importa que los Mossos d’Esquadra estén negociando con la Consejería de Interior de la Generalidad una mejora en sus condiciones laborales –en ocasiones, ridículas, como no tener dinero para pasar la ITV de las motos oficiales o tener que pagarse de su bolsillo los chalecos antibalas– y que utilicen todas sus armas en la negociación.
La lengua catalana y el «viva España» —Los mossos le cantaron el «¡Que viva España!» a Artur Mas— es algo por lo que algunos, generalmente lo más radicales columnistas, no pasan.
Así, a modo de ejemplo, la filóloga y ex diputada de ERC Pilar Rahola, en un artículo en La Vanguardia —El catalán y los Mossos–, aunque admite participar de «algunas de las reivindicaciones de los mossos«, los compara con los grises: que eran «los que pegaban en castellano». Y carga contra los mossos por la decisión –rectificada a las pocas horas– de utilizar el español en sus comunicaciones oficiales, pese a que esta lengua, junto al catalán, es lengua oficial de Cataluña:
«Pero mezclar una lucha sindical con el catalán implica que no se han entendido unas cuantas cosas. La primera, que el catalán no es patrimonio de un partido, sino de todos los catalanes, de manera que el ataque es contra todos».
Pero «no solo eso»:
«Incluso recibieron al president Mas con la canción Que viva España, en una nueva demostración de empanada mental. ¿Pero qué les pasa? Y, sobre todo, ¿cómo se les ocurre una burrada como esta? Porque es evidente que no han arañado a la conselleria –si era la intención– pero han hecho un serio daño a la dignidad y a la imagen de todo el cuerpo».
La colaboradora de La Noria, en Telecinco, considera que en los mossos hay «una falta de madurez sindical preocupante», en espacial porque «tienen que defender los intereses de un cuerpo tan sensible como es la policía nacional».
Y aquí, para Rahola, «nacional» es Mossos d’Esquadra, pues la Policía Nacional la considera extranjera. Y advierte: «Esperemos que haya sido un soez error de estrategia, porque cualquier otra opción significaría que algunos sindicatos no tienen clara la dignidad de los símbolos del país que defienden. Y eso sería gravísimo».
QUE RUEDEN CABEZAS
Tampoco faltó al ataque desmedido contra los Mossos d’Esquadra Manuel Cuyàs, ex director de El Punt, que mantiene una columna en este diario —Mossos en castellano–:
«Lo primero que ha de hacer el consejero de Interior, Felip Puig, es formar a los Mossos d’Esquadra en la explanada, identificar a los agentes que para mostrar un malestar laboral decidieron hablar en español y los que por el mismo motivo cantaron en Lloret el que viva España al presidente de la Generalidad en persona, y decirles usted, usted y usted, fuera de la lista, y arrestados. O echarlos del cuerpo. O degradarlos con exposición pública, si tienen grado.
Se lamenta que no se les pueda arrancar las medallas, los galones y los botones a los «soldados indignos», y considera que es una humillación que los policías autonómicos hablen español, desconociendo, evidentemente, que en los mossos hay policías que hablan catalán y español indistintamente entre ellos y hacia el ciudadano. Y pide al consejero Puig que tome medidas:
«¿A usted, la mancha [que han hecho estos mossos] no lo causa impacto, consejero?».
SELECCIONAR MEJOR A LOS MOSSOS
Otros, como el escritor Víctor Alexandre, en el digital convergente El Singular Digital, asegura que «el deterioro [en los Mossos] es tan acelerado, con una galopante españolización, que parece obvio que está promovido desde dentro mismo del cuerpo».
Considera que la decisión de utilizar una de las dos lenguas oficiales en Cataluña es «un ataque a la lengua catalana» decidido por «los sindicatos nacionalistas españoles», es decir, UGT y CCOO. Y cree –en un artículo titulado: El ataque de los Mossos a la lengua catalana— que estos dos sindicatos han «escupido sobre la lengua catalana». Y aún hay quien va más allá, y apuesta por seleccionar mejor a los policías que ingresan en el cuerpo de la policía autonómica:
«El problema que tenemos con una parte del cuerpo de los Mossos d’Esquadra, evidenciado estos días con la protesta lingüística y la exhibición de banderas españolas, es básicamente un problema de selección en origen y de falta de sentido de Estado de los responsables políticos de los mecanismos de admisión. […] Durante muchos años ha importado más la cantidad que la calidad».
El que escribe esto es Jaume Clotet, ex subdirector de ACN y ex jefe de Política del Avui, ahora en Ara y El Singular Digital y uno de los fundadores del Grup de Periodistes Ramon Barnils —Un grupo de periodistas subvencionados defienden la independencia de Cataluña–. Eso sí, ninguno de estos columnistas de opinión ha escrito antes artículos en defensa de los derechos laborales de los Mossos d’Esquadra.