Y Soraya, la persona que más acceso tiene a Rajoy y la verdadera mano derecha del presidente, pesa en todos lados, inlucido -naturalmente- el partido.
No hace ni cuatro años del congreso de Valencia, pero la aplastante victoria electoral ha borrado cualquier rastro de la crisis interna que se vivió antes de ese cónclave.
El PP inaugura este 17 de febrero de 2012 en Sevilla el congreso más tranquilo en muchos años de historia. Ni hay cambio de líder, ni de secretaria general -seguirá Dolores de Cospedal-. Nada está en juego. Ni interna ni externamente.
Como subraya Carlos E. Cué en ‘El País‘, el PP tiene más poder que nunca, está a punto de ganar en Andalucía -se da por hecho- y ha planteado el cónclave más como una plataforma de propaganda para la campaña de Javier Arenas que para cambios internos.
Y sin embargo, incluso en ese momento beatífico, el reparto de poder interno sigue siendo relevante. Tanto que el único asunto que parece generar un auténtico pulso es el poder que pretende acumular la secretaria general, Dolores de Cospedal.
La presidenta de Castilla-La Mancha, que fue fichada por Rajoy en 2008 para sorpresa de todos -nunca en el PP un secretario general había compatibilizado su puesto con el de líder de un PP regional, y mucho menos presidente de una comunidad- nunca ha logrado hacerse con todo el poder del partido.
Siempre ha tenido contrapesos, sobre todo el de Ana Mato, que llevaba el día a día de la organización, y Javier Arenas, el hombre fuerte y ex secretario general.
Además, el equipo de Génova, el que lleva el día a día del partido, siempre ha sido más cercano a Mato y Arenas que a la propia Cospedal, aunque formalmente ella siempre fue la jefa de todos.
Ahora quiere dejar de tener esos contrapoderes. Quiere ejercer de verdad el poder de la secretaría general, según coinciden diversas fuentes del partido. Y a la vez seguir siendo presidenta de Castilla-La Mancha.
Mato está en el Gobierno, Arenas a punto ser presidente andaluz. Y ella teme perder perfil ahora que todo el protagonismo se lo lleva el Gobierno, especialmente Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta.
Y Soraya, la persona que más acceso tiene a Rajoy y la verdadera mano derecha del presidente, pesa en todos lados, inlucido -naturalmente- el partido.
NOTA.- leer artículo original en ‘El País‘