Una nueva propuesta de boicot salió de la pluma de Josep-Lluís Carod-Rovira, ex vicepresidente de la Generaldiad de Cataluña, este jueves 1 de marzo de 2012. Aunque ahora, en lugar del propuesto en 2004 contra la candidatura olímpica de Madrid, el punto de mira son los empresarios catalanes que, en libertad, utilizan cualquier lengua menos el catalán.
Carod-Rovira, ex dirigente y ex militante de ERC —Carod-Rovira se da de baja de ERC por carta–, animó en un artículo en Nació Digital –«Depende de nosotros«– a los ciudadanos a boicotear de forma activa a los comercios que no utilicen el catalán, dejando de comprar sus productos o servicios:
«Hemos de pasar a la acción y denunciar los lugares donde se discrimina la lengua catalana, hacer conocer masivamente cuáles son estos establecimientos, empresas o productos, dejar de ir y beneficiar ofertas comerciales similares que sí que nos quieren como clientes. Un boicot activo a los discriminadores, racional, consciente, sin ningún tipo de violencia, no tengo duda de que funcionaría. Así, la cosa es clara, y tenemos que pasar a la acción, demostrando que somos un pueblo vivo. Ni un euro de nuestros bolsillos para aquellos que no quieren nuestra lengua. Si no hay lengua, no hay euros. Si no les interesa el catalán, a nosotros no nos interesan ellos, ni sus productos, ni sus servicios. Depende de nosotros y de nadie más…».
Así de claro y contundente. El que fuera número dos de Pasqual Maragall y José Montilla, los dos líderes del PSC que han llegado a presidir la Generalidad, considera que, en los últimos años, «colectivamente» se ha ido «aflojando mucho en la reivindicación de un espacio de normalidad plena para la lengua [catalana]», principalmente en lo referido a la «implicación personal» de los catalanohablantes.
MULTAS LINGÜÍSTICAS
Sin embargo, este argumento del boicot a una parte de los catalanes queda refutado con los datos que el Gobierno autonómico, en manos de CiU, ha ofrecido sobre las multas lingüísticas en Cataluña —CiU sigue multando por usar el español: en 2011 recaudó 176.100 euros–. Pese a que tanto español como catalán son lenguas oficiales y el Tribunal Constitucional ha dictado que en las relaciones privadas ninguna administración puede interferir en el uso de la lengua oficial que quieran utilizar las partes, las multas han aumentado notablemente.
Aun así, el que se entrevistara con ETA siendo presidente autonómico en funciones —Eduardo San Martín: «Dirigentes actuales del PSOE nos llamaron por publicar en ABC la reunión de Carod (ERC) con ETA»— asegura que:
«No es solo la administración quien se viste en Cortefiel, ni quien pide la carta en los restaurantes, ni quien hace hipotecas, ni quien va ante el notario, ni quien compra electrodomésticos, ni viaja en avión, ni paga con tarjeta en un aparato manual que también tiene el catalán en su menú. […] La fuerza inmensa que tiene un gesto tan educado como firme y decidido como este: Por favor, ¿es que no vienen clientes catalanes aquí? ¿Cómo es que no tienen la carta en catalán? ¿Cómo puede ser que no me atiendan en catalán? ¿Todos los que vienen hablan castellano, inglés, francés, portugués, alemán, árabe, ruso, japonés u holandés? Si solo les interesan estos clientes, es evidente que yo no les intereso, por lo que no tiene sentido que continúe viniendo».
EL PRECEDENTE DEL CAVA
Carod-Rovira ya promocionó un boicot a la candidatura olímpica de Madrid para 2012, en 2004 —CiU culpa a las palabras de Carod sobre Madrid 2012 del supuesto boicot al cava catalán en Navidades—. Tras las presiones políticas, el propio político tuvo que aclarar su posición y admitir que había sido «un error» —Carod admite que fue un «error» su boicot a Madrid–.
Este boicot tuvo su respuesta en otro hacia empresas catalanas que venden gran parte de su producción en el resto de España, aprovechando que las palabras de Carod-Rovira se produjeron a pocas semanas de la Navidad. El cava.
Un año después, en 2005, los empresarios del cava reconocieron que las palabras del político independentista les habían hecho daño y habían descendido sus ventas —El boicot al cava catalán pasa factura a las ventas–. ¿Habrá que esperar un año para conocer las empresas catalanas que se verán afectadas por el efecto bumerán de las palabras de Carod-Rovira?