Después de diez años de Rodríguez Zapatero como secretario general, los socialistas son inmunes al ridículo y la vergüenza. Todo vale con tal de arañar de unos votos, y más en su última fortaleza. —Griñán se hace pasar como una víctima más de la crisis en Canal Sur: «Mi hijo está en el paro»—
José Antonio Griñán, funcionario de nivel alto de la Administración (inspector técnico de trabajo desde 1970) y cargo político desde 1982, no ha trabajado con las manos en su vida y desde los 24 años percibe un sueldo del Estado. ¿Un privilegiado?, ¿un explotador?, ¿un siervo del capital?, ¿un enemigo de la clase trabajadora? No, es otro trabajador, de igual categoría que los jornaleros, los taxistas y las limpiadoras.
Este miércoles 14 de marzo de 2012 en una reunión con jubilados en Marbella, les dijo a éstos:
«en estas circunstancias tenemos que estar unidos todos los que formamos la clase trabajadora»
Como si su futuro pensionazo y el de los jubilados fuese el mismo.
Luego dijo que la sanidad andaluza, la del cambio de sexo gratis, es la «mejor sanidad pública de España». Y añadió que en el Hospital de la Costa del Sol, construido por la Junta, «atendemos igual a aquel que tiene la cartera llena de billetes y al que no tiene nada».
Griñán se olvida de que tanto el pobre como el rico han pagado el hospital con sus impuestos. ¿A qué hospital ira Griñán si tiene un dolor, a uno público o a uno privado?
Para acabar la jornada en la provincia de Málaga vinculó a Felipe González con el Estado de Bienestar que Rajoy está desmantelando, pero no citó a Zapatero.
Los socialistas ya han enterrado a quien siguieron con entusiasmo en las elecciones de 2004 y 2008. En una entrevista con Antonio García Ferreras, en La Sexta, Griñán hizo suya una consigna de Alfredo Pérez Rubalcaba:
«Nosotros [el PSOE] con los sindicatos, ellos [el PP] con la Iglesia»
¡Qué preocupado debe de estar el obrero Griñán por perder su trabajo! Por fortuna, su nuevo amigo le ha echado una mano.
La buena sintonía entre Griñán y Diego Valderas mostrada en el debate de Canal Sur ha tenido consecuencias. El candidato de Izquierda Unida ha asegurado que el gran error de su rival en el caso de los ERES falsos fue por omisión. No por no haber detectado, denunciado y perseguido la corrupción, sino por no haber promovido una comisión de investigación parlamentaria. Uf, con una oposición como ésta, los socialistas tienen que estar temblando.
Arenas y compañía prometen plazas de guardería, dinero de Bruselas para la agricultura, menos funcionarios, estabilidad, honradez…
Han puesto el coche en el borde del límite de velocidad, se han colocado en el carril derecho y dejan los campanazos de la campaña en manos de la prensa, que, según nos han informado, va a seguir publicando escándalos; los jueces, que procesan a exaltos cargos de la Junta; y bocazas como la delegada de la Junta en Sevilla, Carmen Tovar, que dio un mitin a los alumnos de un instituto.