Los diputados autonómicos del Parlament se han acostumbrado a la bronca y el rifirrafe, pleno tras pleno. Cuando no son los exabruptos de alguno de los políticos de Solidaritat, son los desafíos a la democracia de ERC –y últimamente también de CiU–. El ultimo caso, llamar «bolchevique» y «fascista» a los diputados autonómicos de ICV-EUiA.
Rafael Luna, diputado autonómico del PP, tildó de bolcheviques y fascistas a los políticos de ICV-EUiA, durante el pleno del Parlament, celebrado este jueves 15 de marzo de 2012, después de que su líder, el ex diputado en el Congreso Joan Herrera, criticase con dureza la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy.
Durante una moción presentada por ICV-EUiA –y rechazada por los votos de CiU y PP–, en la que se pedía que se rechazase políticamente, desde el Parlament, la reforma laboral aprobada en el Congreso, Luna aseguró que el texto de la coalición eco-comunistas era «de un inmovilismo total y absoluto». Y añadió que «nos recuerda al pasado, a un modelo rancio, casposo y con cierta mayoría bolchevique».
«FASCISTA ES CUBA O COREA DEL NORTE»
En su intervención, el diputado autonómico del PP, también llamó «fascista» a lo que defiende la formación de Joan Boada, ICV-EUiA: «Fascista es lo que ustedes defienden: es Cuba o Corea del Norte», porque para el popular esta formación tiene el reloj parado hace 150 años, y defendió que que el PP apuesta por un modelo anglosajón y continental, y no el de países como Cuba.
El popular también lamentó la vinculación entre los sindicatos y los partidos de izquierda, citando como ejemplo la figura de Joan Coscubiela, ex líder de CCOO en Cataluña y actual líder de ICV en el Congreso.
HERRERA PIDE A CIU QUE ROMPA CON EL PP
Herrera, por su parte, aseguró que un Ejecutivo que aboga por más autogobierno –en relación a CiU– no debería defender esta reforma laboral «a no ser que sea un gobierno nacionalista que defiende la cartera y no la bandera».
En este sentido, el líder de ICV-EUiA instó a CiU a desmarcarse de los populares y les pidió que rechazasen una reforma laboral que, desde su punto de vista, es muy dura con el trabajador y consolida el despido express, más conflictividad y «degrada más los salarios».