El show de Joan Laporta no tiene límite. Desde hace unas semanas sube a internet vídeos promocionales de su partido, Democràcia Catalana, cuya representación institucional consiste en un diputado autonómico en Cataluña y un concejal en Barcelona, los dos cargos, claro, los ocupa él.
Pues bien, en el tercer vídeo de su día a día al ex presidente del Barça se le olvida ponerse el cinturón de seguridad mientras conduce un coche y el copiloto le graba.
El último pase de Laporta Confidencial, así se llama la serie de vídeos que está realizando, ha puesto de manifiesto que el político y abogado incumple las normas de seguridad vial, a la vez que alecciona y da clases de política.
AL NIVEL DE RAJOY Y EL PAPA
De esta manera, Laporta ya está al nivel del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Al menos en eso —Rajoy no utilizó el cinturón de seguridad–. En verano de 2010, un vídeo también publicitado en internet por el PP, mostraba al entonces candidato popular sin el cinturón de seguridad en el asiento trasero del coche oficial. Poco después llegó a pedir disculpas por no llevar abrochado el cinturón de seguridad al grabar el vídeo —El PP reconoce el «error»–.
Pero Laporta no solo se ha puesto al nivel de los humanos, también al de los divinos. Al fin y al cabo, al Papa Benedicto XVI le han llegado a denunciar en Alemania por no llevar el cinturón en su Papamóvil —Un ciudadano alemán denuncia a Benedicto XVI por no llevar el cinturón de seguridad abrochado–. Eso sí, ni Rajoy ni el Papa incumplieron las normas de seguridad con el volante entre las manos.
JUGANDO A PÁDEL
Además de este desliz e incumplimiento de las normas, Laporta aparece también preparando mociones con sus dos colaboradores, repasando la agenda con su secretaria y acudiendo a un acto de la Fundación Johan Cruyff… para jugar a pádel.
A primeros de mes –marzo de 2012– Laporta puso en marcha el canal en Youtbe «con la intención de dar a conocer el mensaje del partido Democràcia Catalana» para que los ciudadanos puedan «ver cómo es el partido por dentro» y así «acercarnos al lado político y humano del partido» —Laporta monta un ‘Gran Hermano’ para lavar su penosa imagen–.