La nueva Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) que sale tras su XVI Congreso acentúa y marca ya claramente, sin tapujos, su perfil más independentista, rupturista y de confrontación al hablar directamente de «Estado propio» en la ponencia más importante que han aprobado.
En este sentido, CDC, el partido fundado por Jordi Pujol a su imagen y semejanza y cuyo objetivo era y es el de impregnar toda Cataluña de nacionalismo, ya vislumbra un plan b para cuando el Gobierno dé respuesta, negativa, a la propuesta de concierto económico para la Generalidad —CiU chantajea al PP: o concierto económico o desafío a la democracia–: Artur Mas ha indicado que, entonces, la Generalidad deberá dar un paso adelante y ha planteado una hacienda propia catalana, que existe en «todos los países normales».
Según Mas, que ha sido elegido presidente del partido, Cataluña debe evitar ser «borrada del mapa de las culturas, lenguas y naciones», lo que considera una amenaza plausible ante una eventual recentralización que aprovechase la crisis económica como excusa.
INDEPENDENCIA, ¿PARA CUÁNDO?
Nunca antes CDC había explicitado, tan claramente, que lo que desea para Cataluña es la secesión de España y la obtención de un «Estado propio» para la Comunidad, aunque es cierto que no se concreta para qué año lo quieren.
Así, en el redactado inicial de la propuesta de ponencia política se utilizaban expresiones ambiguas, siguiendo la tradición convergente, como «plena soberanía» y «transición nacional», aunque, tras la presión de las bases, que habían presentado centenares de enmiendas instando a hablar claro, finalmente se ha aceptado el término «Estado propio».
El propio congreso ha confirmado esta evolución hacia el secesionismo: en su primera jornada, la del viernes, se hablaba de transición nacional «irreversible»; el sábado, los dirigentes ya utilizaban la expresión «Estado propio» y este domingo el presidente de la Generalidad ha planteado la «Hacienda propia».
LA NUEVA CÚPULA
El nuevo secretario general, Oriol Pujol Ferrusola, hijo de Jordi Pujol, elegido ahora presidente fundador –cargo honorífico– es el exponente de esta nueva generación, de la que también forman parte el secretario de Organización, Josep Rull, y miembros de la nueva ejecutiva: Maite Fandos, Meritxell Borràs, Neus Munté, Ima Mis, Víctor Terradellas, Francesc Sánchez, Laura Costa y Maria Senserrich, entre otros.
El padre del partido, por su parte, ha sorprendido con un discurso marcadamente secesionista, incorporando expresiones bélicas, y ha definido a CiU como «única tropa de choque» ante una eventual confrontación con el resto de España, que necesita de una fuerte «carga épica».
AL GRITO DE «INDEPENDÈNCIA!»
El congreso, como cabía esperar tras lo aprobado, ha finalizado al grito de «Indepèndencia!» por parte de los dos mil asistentes al cónclave de CDC. Tras Els Segadors, los asistentes han entonado el ya clásico grito en concentraciones secesionistas: «In, inde, independència!». Entre los delegados de CDC solo se han visto banderas esteladas.
Una de las incógnitas, ahora, es ver cómo afectará este radicalismo de CDC en Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y en la relación entre ambos. Cabe recordar que Josep Antoni Duran i Lleida, congresista y número uno de UDC, se ha manifestado siempre en contra de la independencia.