En el mismo momento en que el Gobierno del PSOE hizo públicas las balanzas fiscales entre comunidades autónomicas, se destapaba la caja de Pandora de los cálculos y permitía nuevos argumentos victimistas para los nacionalistas. Desde que Pedro Solbes, ministro de Economía, plasmara en papel algo que no se hace ni en Alemania, estado federal por antonomasia, el «España nos roba» estaba al caer.
Sin embargo, tras la publicación de las balanzas del Gobierno, la Generalidad también hizo públicas las suyas. Ahora, Convivencia Cívica Catalana acusa a CiU de manipular a su gusto las balanzas fiscales publicas por la Administración autonómica. «Es un fraude fiscal», ha asegurado Francisco Caja, presidente de Convivencia.
En un informe, que este lunes 2 de abril presenta Convivencia y al que ha tenido acceso Periodista Digital, la entidad cívica pone de manifiesto que, en realidad, la Generalidad ha tenido –en 2009, último año del que se han publicado balanzas fiscales– un superávit del 2,1%. Y no un déficit del 8% que ha defendido la Generalidad. «En realidad, es un saldo positivo, es decir, Cataluña tiene superávit fiscal. Con el cálculo de flujo-beneficio es un 2,1%», ha indicado Caja a esRadio —Entrevista de Luis del Pino a Francisco Caja–.
JUSTIFICAR EL «ESPAÑA NOS ROBA»
¿Por qué, entonces, estos cálculos de CiU? Lo hacen para «alimentar el mito de que España nos roba» y así poder lanzar una «campaña» asegurando que «España nos roba» y «obtener privilegios fiscales y progresar en su camino de cara a la independencia». Sin embargo, lo han hecho de manera «escandalosa y torpe», tal y como queda recogido en el informe, que tiene un título muy elocuente: «Las trampas de la balanza fiscal de Cataluña».
Uno de los ejemplos en los que se basa el informe de Convivencia es lo que la Generalidad denomina neutralización. Así, para cuadrar las cuentas a su gusto, la Generalidad y los nacionalistas «contabilizan como un impuesto que paga Cataluña al Estado el 18% del déficit del Estado». Esta cifra, 18%, el cálculo del peso de Cataluña en el PIB nacional. Pero, claro, los catalanes, por serlo, «de este déficit no han desembolsado ni un solo céntimo». Es un pago del Gobierno, que no se puede imputar a ninguna Comunidad en concreto.
Otro ejemplo: «Literalmente, en el informe del consejero Andreu Mas-Colell se dice que el IVA pagado por un ciudadano de Oviedo, que es el que soporta el impuesto, en un comercio de Mataró (Barcelona) se cuenta como un impuesto pagado por Cataluña», ha apuntado Caja. Algo que, por contra, no sucede al revés. Para el presidente de Convivencia es un claro ejemplo del dicho «lo mío es mío y lo tuyo de los dos».
SUPERÁVIT LÓGICO
Todo un disparate de la Generalidad, según la entidad cívica. «Es un invento catalán, economía catalana. También aquí hay un hecho diferencial, la aritmética es diferente», ha comento Caja con cierta sorna. Mas-Colell presentó unas cuentas en las que Cataluña tenía un déficit de 16.409 millones de euros (según el cálculo flujo-monetario) o bien y de 11.261 millones de euros (con el cálculo carga-beneficio).
Pero este superávit tiene una explicación. El Estado ha recaudado menos impuestos y el Gobierno ha seguido gastando lo mismo, en los últimos años, y debido, entre otras cosas, a la crisis. Es decir, ha habido más gasto que ingresos por lo que es lógico que la Generalidad tenga superávit. Alrededor de 4.015 millones de euros. Algo que la Generalidad no comentó ni comenta. «Un truco contable», para Caja.
Para la entidad catalana, la actuación de CiU tiene un objetivo muy claro: «El nacionalismo en Cataluña ha perdido absolutamente el rumbo y nos ha embarcado a los ciudadanos españoles a un viaje a ninguna parte». El fin: ganar adeptos a la causa nacionalista para exigir al Gobierno que la Generalidad salga del régimen común de la financiación de las Comunidades Autónomas.
