El alcalde de Santiago de Compostela, Gerardo Conde Roa, ha sido denunciado por Hacienda por no declarar 3000 mil euros.
En calidad de administrador único y propietario de la inmobiliaria Geslander, el fisco le acusa de un supuesto fraude en la liquidación correspondiente a la venta de 61 viviendas durante el año 2010.
El hombre que consiguió hace menos de un año llevar al Partido Popular a la tierra prometida de la alcaldía, tras todo el largo periodo de restauración democrática haciendo una interminable travesía del desierto (salvo un paréntesis en el que gobernó un alcalde conservador tras una controvertida moción de censura), se ve obligado ahora a despejar su futuro ante el Juzgado de Instrucción nº 2, que ha admitido la querella y le citará en breve espacio de tiempo para tomarle declaración.
Según La Voz de Galicia y otros medios on line, no habría declarado el IVA durante un trimestre y habría incurrido en un delito al superar los 120 mil euros y exceder los límites fijados para sanciones administrativas.
Responsables del PPdG consultados por Periodista Digital, aluden en primer lugar a la «presunción de inocencia» y a lo que determinen los tribunales cuando el alcalde Compostelano haya declarado ante el juzgado de instrucción. Luego, en una reflexión en voz alta, alguno de los que más de cerca conocen a Conde Roa añade éste comentario:
«Me llama la atención que un abogado tan experimentado como él pueda haber cometido una equivocación de esa naturaleza. Confío en que haya sido un error de apreciación de la propia Hacienda que, en definitiva, también está expuesta a errores humanos»
¿Quién es él?
Gerardo Conde Roa, padre de siete hijos, nació en Padrón en 1959. En sus biografías se le describe como político, abogado y empresario inmobiliario. Es uno de los considerados «hombres de Romay» entre los populares gallegos.
Sempiternas promesa de la cantera que había criado canas esperando su oportunidad. Fue vencedor en un pulso local contra María Jesús Sainz por hacerse con el liderazgo popular en Santiago, a pesar de que su contrincante contaba con la bendición del entonces todopoderoso Pepe Cuiña, que se proclamaba a sí mismo «delfín» de Fraga, aunque la historia se encargó después de desmentirle.
Un periódico de Santiago, con ocasión de la visita de Fidel Castro a Galicia, invitado por Manuel Fraga en la visita oficial que había hecho a Cuba el año anterior, definía Conde Roa como «el joven diputado que se atrevió a rugir al león de Villalba».
Hacía referencia a las declaraciones que había hecho, el entonces alevín popular, en contra de esa visita organizada por el Presidente de Galicia. Con esa paciencia oriental de sentarse en la puerta a ver pasar el cadáver político de su rival, consiguió por fin acceder a la alcaldía de Santiago de Compostela en las pasadas elecciones municipales.
