Nueva agresión Pere Macías (CIU) al AVE gallego

¿Para qué quieren el AVE si ya tienen percebes?

El diputado nacionalista debería "hacérselo mirar"

¿Para qué quieren el AVE si ya tienen percebes?
Pere Macías.

Los exorcismos permanentes que practica CIU con el AVE gallego, permiten esbozar alguna sonrisa en esta Comunidad Autónoma que no está precisamente para bromas.

La Voz de Galicia reproducía la intervención del diputado nacionalista catalán Pere Macías –el látigo en el Congreso de la Alta Velocidad al Noroeste español– y la correspondiente respuesta de Celso Delgado, diputado Popular por la provincia de Ourense, en el transcurso de una sesión de la Comisión de Fomento que describe con todo tipo de detalles en su blog el político gallego.

Pere Macías plagió descaradamente la retranca genuinamente galaica, e inició su intervención felicitando efusivamente a los gallegos por el maná de ADIF, 1.099 millones de euros de inversión, que había caído sobre su tierra. Después volvió a rasgarse las vestiduras, en el sentido alegórico de la expresión, naturalmente (la pela siempre será la pela por esos pagos), y entonó un nuevo réquiem por una Cataluña frustrada ante el insignificante pellizco presupuestario que le ha asignado el Estado.

Al diputado catalán ni siquiera se le salieron los colores cuando le echó en cara a Galicia, una de las Comunidades más atrasadas en infraestructuras para la Alta Velocidad, que los mil millones que por fin le asigna el Estado, suponen retrasos en obras importantes en Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía y toda España.

¿Sabe el señor Macías cuantas obras gallegas se han retrasado, mientras se hacían obras «importantes» en Cataluña, en Valencia, en Andalucía y en toda España? Si lo sabe, es un cínico. Y, si no, Periodista Digital prefiere ahorrarse el calificativo, tratándose de un diputado que tiene acceso a información privilegiada.

Celso Delgado, que casualmente preside esa Comisión de Fomento, recogió el guante, agradeció las entusiastas felicitaciones y las hizo inmediatamente extensivas a Pere Macías y sus paisanos catalanes, que pueden viajar de Barcelona a Madrid en 28 trenes, de los cuales 27 son AVE.

Nosotros los gallegos tenemos sólo un tren diurno y dos nocturnos. Y llegar a Madrid nos lleva siete horas, en el mejor de los casos, y hasta ocho horas o incluso diez de viaje.

Finalizó su intervención confesando que él se alegraba por los catalanes y que esperaba que ahora los catalanes se alegrasen por los gallegos.

Sólo aspiramos a lo que ya disfrutan los catalanes.

Es el turno de réplica de Pere Macías y vuelve a utilizar, con más o menos fortuna, la esgrima verbal de la ironía:

Yo nunca aspiraré a tener unos percebes como los suyos.

Y Delgado le contesta:

Creo que tampoco lo conseguiría.

Esta relación de los percebes con el AVE, se puede dejar en una simpática anécdota parlamentaria. Pero tiene su miga. Los dos son productos muy caros. Los dos, el rey del marisco y la estrella de los ferrocarriles, son susceptibles de ser considerados prescindibles en tiempos de crisis. Y de hecho, en Galicia, hay cada vez menos bolsillos dispuestos a quedarse tiesos por culpa de un desliz gastronómico en Camariñas. Incluso antes de la crisis, por mucha pasión que le pongan los defensores a ultranza del crustáceo y el AVE, se tenían indicios de que ambos eran, ambos son y ambos serán artículos de lujo que no están al alcance de todos.

Pero esa es otra historia. Al margen de exorcismos a la desesperada de nacionalistas catalanes y voces andaluzas que salen por peteneras, el AVE avanza hacia Galicia sin prisa, sin pausa y no se sabe todavía con cuantos años de retraso. Se le ha metido a Ana Pastor entre ceja y ceja, y la señora ministra ha demostrado en su dilatada trayectoria que tiene más moral que El Alcoyano.

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Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

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