Los nacionalistas no pierden ocasión para meter cuña y reivindicar sus posiciones. Todo lo que suene o signifique España, les repele. Y qué mejor ocasión que la caída del Rey en Botsuana —El Rey: «Lo siento mucho; me he equivocado y no volverá a ocurrir»— para fomentar el cambio de nombre de la plaza Juan Carlos I de Barcelona.
Un grupo de independentistas han enviado una carta al alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), para que la plaza Juan Carlos I (en el envidiable cruce del Paseo de Gracia con la Avenida Diagonal) sea rebautizada por el de República catalana.
Entre los firmantes de la carta, Joan Manuel Tresserras (ERC) y Josep Huguet (ERC), ex consejeros de la Generalidad; Alfred Bosch (ERC) y Joan Tardà (ERC), diputados en el Congreso; Elisenda Paluzié, profesora de la Universidad de Barcelona; Matthew Tree, escritor; o Víctor Alexandre, escritor.
En la misiva, los firmantes aseguran que la plaza tiene un aspecto «decadente» y «de aire desangelado», y piden que se restituya la estatua que figuraba en la plaza durante la II República española. Sin embargo, piden que se renombre como República catalana –que nunca existió– y que definen como «máxima expresión de soberanía y democracia que ha hecho nuestra nación desde la derrota de 1714».
Pese a que en la carta no hacen referencia al accidente del Rey en Botsuana, la petición del cambio de nombre no se ha hecho público hasta después del suceso en el país africano. Los firmantes, indican, esperan y «confían» en un «alcalde nacionalista» y «sensible» con su petición para que acceda a cambiar el nombre.
TAMPOCO UN MONUMENTO EN HONOR AL REY
Esta petición, que tiene pocos visos de properar, se une al rechazo –en febrero de 2011– del Ayuntamiento a una petición del PP para que Barcelona instalase un monumento al Rey.
Los populares pidieron, entonces, que la ciudad (tras retirar el último monumento a Franco) reconociese a Juan Carlos I e instalase un monumento en la misma plaza que lleva su nombre.
La propuesta de Alberto Fernández Díaz (PP) quedó en saco roto porque el equipo de gobierno local de entonces (PSC e ICV-EUiA) rechazaron la propuesta por considerar que los monumentos o estatuas deben dedicarse a personalidades que ya han acabado su tarea pública.
Por otro lado, en marzo de 2008, un grupo de jóvenes rebautizó la plaza Juan Carlos I por el de plaza Cinco de Oros. Estos actos fueron reivindicados por jóvenes independentistas y consistieron en el cambio simbólico de algunos nombres de reyes que figuran en la ciudad de Barcelona.