La discrepancia es justo lo que el nacionalismo no permite. Dirigentes y militantes del PP y de Ciudadanos lo viven en primera persona en la Cataluña del siglo XXI. El radicalismo no tiene límites y lo último es considerar a estos dos partidos como «genocidas del pueblo catalán» por defender el bilingüismo en Cataluña.
Este sábado 21 de abril de 2012 se celebró, en Barcelona, con notable éxito un acto reivindicativo en favor del bilingüismo y, sobre todo, para que la Generalidad de Cataluña cumpla las sentencias de los tribunales que obligan a la Consejería de Enseñanza a reintroducir el español como lengua vehicular en las escuelas, junto al catalán —En Cataluña se podrá estudiar en castellano si se acude a un juez–.
Así titulaba Directe.cat la crónica del acto: «Catalanofobia contra la lengua catalana», texto en el que se acusaba a los que participaron en el acto de haber participado en un «ataque visceral y xenófobo» contra la inmersión lingüística obligatoria en catalán, que los tribunales han declarado ilegal.
Pero, por si no fuera suficiente, el domingo, en un breve texto, el mismo diario –en la órbita del sector más radical de ERC– titulaba así: «Genocidas del pueblo catalán en acción».
El diario digital se hacía eco así de las palabras de la presidenta de una entidad que ha promovido la desobediencia a los tribunales y presionó políticamente a los miembors del TSJC para que estos se manifestaran en público en contra del Tribunal Supremo, como así hicieron.
LA INMERSIÓN, SOLO PARA CASTELLANOPARLANTES
De lo que no cabe duda es de que el acto convocado por Ciudadanos, Ágora Socialista, Asociación por la Tolerancia y Convivencia Cívica Catalana –al que se unieron el PP y una veintena de entidades cívicas más–fue un éxito, al conseguir llenar el teatro Goya de Barcelona.
Más de 600 personas asistieron al acto en favor de la libertad lingüística y la enseñanza bilingüe en las escuelas de Cataluña. El vicepresidente Ágora Socialista, Olegario Ortega, lamentó que los nacionalistas traten el castellano como una lengua «intrusa y enemiga», y recalcó que el bilingüismo es una opción democrática y los que lo apoyan no son anticatalanes.
El presidente de Convivencia Cívica Catalana, Francisco Caja, calificó de «injusto» el hecho de que sólo los catalanohablantes reciban enseñanza en su lengua materna, y ha pedido que se respeten los derechos fundamentales.
Caja lamentó que el centro del modelo lingüístico de los nacionalistas, del que considera que garantiza la desigualdad y la exclusión social, sea la exclusión del castellano y el adoctrinamiento político. También tildó de «correccionales lingüísticos» las escuelas de la Comunidad, y consideró que este modelo garantiza la desigualdad y la exclusión social.
ES MÁS LO QUE UNE QUE «LAS DIFERENCIAS»
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, señaló que «si tenemos una Cataluña bilingüe es de justicia y de sentido común tener una escuela bilingüe», y pidió unidad para sumar esfuerzos y defender el bilingüismo —Rivera: «En Cataluña el sentido común y la Justicia se los pasan por el forro»–.
«Tengo derecho a tener la misma escuela que quieren los presidentes como Artur Mas para sus hijos, en la que puedan aprender tres lenguas: catalán, castellano e inglés», dijo Rivera, y lamentó que la Generalidad no respete la Constitución, además de pedir que se cumplan las sentencias.
También lamentó que los nacionalistas renieguen de una lengua que hablan 500 millones de personas en el mundo y agradeció el apoyo de las entidades colaboradoras y del PP, además de reprochar al PSC que ningún dirigente del partido haya acudido al acto.
Finalmente, la diputada autonómica del PP María José García Cuevas recalcó que «el objetivo que nos une es más importante que las diferencias entre partidos», y valoró que defender el bilingüismo es defender la legalidad.