El PP catalán ha cerrado su XIII Congreso con una Alicia Sánchez-Camacho mucho más fuerte y sin oposición alguna. Ni un solo voto en contra y reelegida con el apoyo del 92% de los delegados.
Este cierre de filas también lo pone de manifiesto La Vanguardia en su editorial de este lunes –7 de mayo de 2012–, titulado asépticamente Renovación en el PP catalán pero en el que se deslizan elogios a la gestión de Sánchez-Camacho.
El editorialista del diario del Grupo Godó recuerda que «en menos de cuatro años, el PP catalán ha conseguido un papel protagonista en la política de Catalunya y en las siempre complicadas relaciones Barcelona-Madrid». Una consecuencia de dos resultados: la victoria de Rajoy en 2011 y el «tenaz liderazgo» de la presidenta del PP catalán.
En este sentido, para La Vanguardia «Sánchez-Camacho ha logrado poner fin a las luchas internas en el PP catalán» y a la vez «ha sabido aprovechar el momento para sacar a su fuerza política de la irrelevancia, jugando a fondo la carta de la gobernabilidad en el Parlament, en la Diputación de Barcelona y en varios ayuntamientos importantes, empezando por el de la capital catalana» —Alicia Sánchez-Camacho: «CiU va hacia un escenario sin retorno»–.
INFLUIR EN EL GOBIERNO DE RAJOY
Pero lo que destaca de la labora de la también senadora es la tarea que lleva a cabo en el Parlament. El PP catalán ha permitido la aprobación de los dos presupuestos de CiU, el de 2011 y el de 2012. Pero los populares marcan distancia con los nacionalistas, según el diario que dirige José Antich, «en las posiciones de fondo».
Eso sí, desde el editorial del diario conservador, se señala el reto principal que le plantea a Sánchez-Camacho:
«Demostrar que la apuesta por un autonomismo constitucional, que este congreso ha puesto en primer plano, podrá influir efectivamente en la toma de decisiones del Gobierno Rajoy, especialmente en relación con los agudos problemas financieros de la Administración catalana».
Y situar al nuevo PP catalán en una mejor posición en «el tablero electoral», creciendo en «el espacio central» de Cataluña, es decir acercando posturas a los desencantados de CiU y PSC, «poco motivados por el discurso catalanista». Una tarea que en el mismo editorial califican de «misión» nada fácil.
Finalmente, haciendo suyas las palabras de Sánchez-Camacho, La Vanguardia recuerda que el PP catalán quiere ser partido de Gobierno en Cataluña:
«En un momento de redefinición de los socialistas catalanes, los ‘populares’ tienen mucho camino por andar, a pesar de la crisis y su impacto sobre todos aquellos que ocupan el poder. Alicia Sánchez-Camacho dispone de la oportunidad de modificar el tradicional mapa político de Catalunya».