La corriente crítica, próxima a Chaves y a Ferraz, sólo vence en Jaén
Nuevo golpe interno a Rubalcaba. Los congresos provinciales que en los últimos días se han celebrado en Andalucía no podrían haber sido más contraproducentes para los intereses de la dirección del PSOE.
El líder de los socialistas andaluces y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, consiguió imponerse y dominar al fin una federación que desde hace tres años estaba totalmente dividida entre los griñanistas y los partidarios del ex barón regional Manuel Chaves, firme apoyo de Rubalcaba.
En los mencionados cónclaves, los socialistas eligieron a sus delegados para el congreso regional que el PSOE andaluz celebrará del 6 al 8 de julio.
Las listas oficialistas, compuestas por personas de la confianza de Griñán, fueron las más votadas en siete provincias y sólo la omnipotencia del rubalcabista Gaspar Zarrías en Jaén evitó el pleno del presidente andaluz.
La corriente del barón se impuso en cinco de los seis congresos que se celebraron el sábado. En Almería, su lista cosechó más del 73% de los votos, adjudicándose los 52 delegados que esta provincia aporta al cónclave regional, ya que ninguna de las alternativas superó el 20% necesario para lograr representación.
Lo mismo ocurrió en Huelva -la lista encabezada por el portavoz socialista en el Parlamento autonómico, Mario Jiménez, fue aprobada por aclamación- y en Granada -no se presentó alternativa y los griñanistas consiguieron el 92% de los votos-.
En Málaga, el reparto de delegados fue de 57 a 17 a favor de los oficialistas, que también se impusieron en Sevilla de la mano del presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos.
Sólo 44 de los 127 delegados representantes de la provincia más poblada son del sector de Chaves y Rubalcaba. Por último, Zarrías no tuvo rival en Jaén, donde la única lista que se presentó obtuvo el 92% de los votos, adjudicándose los 70 delegados.
Ya el lunes tuvo lugar el congreso de Córdoba, que se saldó con una victoria de Griñán por 35 a 11 en número de compromisarios. Fue el anticipo del colofón final, que llegaría el martes con la conquista del feudo de Cádiz, donde los chavistas cedieron por sólo 2 votos -166 a 164- y escenificaron el fin de la influencia del ex presidente andaluz en la provincia.
En total, de los 536 delegados elegidos por los cónclaves provinciales, 367 son partidarios de Griñán y de Chacón, y sólo 169 pertenecen a la corriente de Chaves y Rubalcaba.
Griñán hizo purga en su Gobierno
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, emprendió su particular venganza contra los rubalcabistas de su Gobierno nada más ser reelegido.
Aunque él eludió apoyar públicamente a Carme Chacón en el 38 Congreso Federal, su respaldo a la opción de la ex ministra de Defensa fue notorio, así como el de otros destacados dirigentes del PSOE andaluz, que hicieron una gran campaña en su favor.
Sólo los consejeros de Igualdad y Cultura, Micaela Navarro y Paulino Plata, se posicionaron a favor de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos abandonaron el Ejecutivo en la remodelación que Griñán hizo tras las elecciones del 25-M.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’