¿Qué precio pagará el PSOE con un discurso ininteligible para sus propios votantes en el resto de España?
El artículo sale en Elsemanaldigital, diario online que dirige su autor y había aparecido este 28 de septiembre de 2012 en ‘La Gaceta’.
Dadas las fuentes de Antonio Martín Beaumont, cuyo conocimiento de lo que ocurre en los entresijos d ela política madrileña, nos permitimos volverlo a dar, porque tiene un indudable interés para todos los lectores y aclara muchas cosas sobre el PSOE y sus cuitas:
Resulta decepcionante constatar que, con la que está cayendo, el secretario general del PSOE esté más preocupado por marcar diferencias que en sumar fuerzas con el Gobierno de Rajoy para afrontar el desafío secesionista de Artur Mas.
No se entiende si no la jugada de Alfredo Pérez Rubalcaba de apostar por un Estado federal, cambiando la Constitución si fuese necesario.
Rubalcaba ha pretendido así dar un balón de oxígeno al PSC de Pere Navarro para tener un papel que jugar en las inminentes elecciones catalanas.
Ferraz ha visto cómo perdían enteros las expectativas de su marca hermana en Cataluña, el tradicional granero de votos que aupó a Zapatero al poder. Y no es para menos, los ánimos socialistas no están para tirar cohetes.
Por si no fueran suficientes las muchas divisiones que afloran en el PSOE, Rubalcaba sólo ha pensado en una táctica cortoplacista, trata de ganarle la partida al calendario, a pesar de la poca simpatía interna que despierta una reforma de la Carta Magna para a la postre elevar el autogobierno catalán.
Por ahora, va perdiendo en su envite. Cuentan las malas lenguas que Rubalcaba dio incluso instrucciones a los suyos de hacer oídos sordos a un sondeo de la Cadena SER que reflejaba un sentir mayoritario ciudadano a favor de un país sin autonomías, centralizado o de regiones con competencias muy limitadas.
La encuesta de la que siempre ha sido la otra casa de Rubalcaba, el Grupo Prisa, resultó suficiente para que se organizase un considerable revuelo en Ferraz.
Es evidente que muchos dirigentes se sienten contrariados por la apuesta de su líder.
¿Qué precio pagará el PSOE con un discurso ininteligible para sus propios votantes en el resto de España? ¿Dónde está Rubalcaba?
Vamos, que o juega al cuarteamiento de España o apuesta por la vertebración de la nación.
O sea, ¿cuándo acabarán las coñas?