En el País Vasco son más los que están de acuerdo con los actuales niveles de autonomía (34'1%) frente a los que lo están en Cataluña (21,8%)
Los últimos movimientos independentistas en Cataluña parecen haber disparado los deseos de la mayoría de la población catalana de separarse del resto de España.
Tanto, que por primera vez en muchos años (prácticamente desde que nuestro país entró en Democracia) esta región ha superado al País Vasco en deseos secesionistas.
Según un sondeo publicado este lunes en ‘El Mundo’, el resumen del panorama actual es simple: la mayoría de los catalanes quiere ser independiente. La mayoría de los vascos, no.
Así, desmenuzada, esta encuesta muestra el cambio de tendencia emergente en los últimos años a consecuencia de dos realidades autonómicas diferentes.
Mientras que en Cataluña la crisis ha agravado y aumentado los deseos de separación, en el País Vasco, la ausencia de terrorismo y el gobierno de coalición entre PSE y PP ha provocado el efecto contrario.
En la región que dirige actualmente Artur Mas, e 44’8% de los ciudadanos quieren separarse del resto del país. El 38’4 votaría no a la independencia y el 5’7 no votaría.
Destaca también el número de indecisos: un 11’1% aún no sabría que votar.
Mientras, en el País Vasco, los porcentajes cambian a la inversa. Los que no quieren la independencia ganan por un 45’6%, los que sí quieren la independencia caen al 31’3%. Indecisos: un 11’8%. No votaría: un 11’2%.
Este último dato podría revelar el miedo que todavía existe en determinados sectores de la sociedad en Euskadi a dar su valoración sobre ciertas cuestiones políticas.
Este sondeo, además, revela que en ambas poblaciones hay quorum sobre la bondad de incrementar las competencias de su comunidad autónoma (poco más del 39% en ambas regiones), mientras que en el País Vasco son más los que están de acuerdo con los actuales niveles de autonomía (34’1%) frente a los que lo están en Cataluña (21,8%).
Un matiz más: estos datos, analizados por simpatías hacia una u otra tendencia revelan que el PNV vive un intenso debate interno.
Las diferencias entre una posición y otra decrecen. El 44% de sus votantes está a favor de la independencia. El 34%, en contra. En el caso de CiU la cosa cambia: 64% a favor, 22% en contra.