La convocatoria, anticipada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó, se asumía como una reválida para el Gobierno de Mariano Rajoy
El único sondeo que vale es el que se hace mesa a mesa y cuando han cerrado los colegios electorales, pero las encuestas a pie de urna, citadas por la televisión y las radios portuguesas, saben a bálsamo para Mariano Rajoy y el PP.
Todo indica que Alberto Núñez Feijóo ha revalidado la mayoría absoluta y con un margen más amplio del que tenía.
En lugar de 38 escaños, la mitad más uno, contará probablemente con más de 40 en el nuevo parlamento gallego.
Los socailistas de Pachi Vázquez se hunden y el BNG pierde posiciones, erosionado por la irrupción de su antiguo fundador, Xose Manuel Beiras, quien ha concurrido a estos comicios como líder de ANOVA, una escisión de nacionalistas unida a la versión local de Izquierda Unida.
Todo indica que la aventura de Mario Conde, a quien sacaron ‘trapos sucios‘ apenas iniciada la campaña, cosecha un rotundo fracaso. Conde no tendrá ni un sólo escaño.
La convocatoria, anticipada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó, se asumía como una reválida para el Gobierno de Mariano Rajoy.
La mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia -38 escaños sobre 75, exactamente la misma cifra que el Parlamento de Euskadi, cuyas elecciones se celebran también este 21 d eoctubre de 2012- era la única solución electoral para el PP, toda vez que se daba por supuesto que si el PSdeG-PSOE, el BNG y ANOVA reunían 38 escaños, reeditaran una coalición como la que ya permitió a nacionalistas y socialistas gobernar Galicia entre 2005 y 2009.
A RAJOY SIEMPRE LE QUEDA GALICIA
Como escribe Fernando Garea en ‘El País’, cuando todavía no había datos de recuento oficial, «a Mariano Rajoy siempre le quedará Galicia».
El presidente del Gobierno está a un paso de respirar aliviado y ver cerrado uno de los muchos frentes que mantiene abiertos.
Con prudencia y si se confirman los datos de las primeras encuestas realizadas a pie de urna, el PP de Alberto Núñez Feijóo podría estar a punto de mantener la mayoría absoluta en Galicia, ampliando incluso la que tenía.
Al cierre de los colegios electorales, las encuestas realizadas a pie de urna por PP y PSOE eran coincidentes entre sí y con las dadas a conocer con los medios de comunicación: mayoría absoluta amplia de los populares y hundimiento de los socialistas.
LA EXPERIENCIA DE ANDALUCIA
La experiencia de Andalucía, cuando las expectativas de los sondeos se vieron superadas y anuladas horas después por el recuento obligaban a los dos partidos a mantener la prudencia a las 20 horas, cuando cerraron los colegios.
Según IPSO para TVG, el PP lograría entre 39 y 42 escaños (tiene 38); el PSdeG entre 18 y 20 (tiene 25); el BNG entre 7 y 8 (tiene 12) y AGE tendría entre 8 y 10. La de Sondaxe para La Voz de Galicia otorga al PP 39; a los socialistas 20; al BNG 8 y a AGE 8.
En marzo de 2009, cuando se resentía su liderazgo interno, ganó oxígeno cuando Núñez Feijóo dio la sorpresa y por un solo escaño sobre la mayoría absoluta desalojó de la presidencia de la Xunta a los socialistas que gobernaban con el BNG.
UN TERMÓMETRO PARA RAJOY
Ahora Galicia le sirve a Rajoy para sumergir el dedo en el malestar ciudadano y comprobar hasta qué punto pierde pie electoral con las medidas impopulares y con el incumplimiento confeso de su programa electoral de noviembre de 2012.
Si se confirmara su victoria, recuperará fuelle para gestionar un posible inminente rescate y para seguir adelante con medidas que se apuntan como las que tienen que ver con las pensiones y con nuevos recortes.
También vería como Alfredo Pérez Rubalcaba arrima la espalda a la pared para protegerse de los suyos por posibles debacles electorales en Galicia y País Vasco de las candidaturas de Pachi Vázquez y Patxi López, respectivamente.
Para el PP perder Galicia supondría tener que replantearse su estrategia política, pensando en un desgaste tan acelerado como que sus propios votantes le retiran el apoyo. Núñez Feijóo, siempre leal a Rajoy, volvería a darle ese oxígeno al presidente del Gobierno.
UN CASO EXCEPCIONAL EN EUROPA
Sería un caso excepcional en Europa de dirigente político al que no se lleva por delante la crisis económica y que, pese a los recortes, revalida su mayoría absoluta.
En Andalucía el pasado mes de marzo, Javier Arenas quedó a las puertas de la mayoría absoluta por los recortes de Rajoy que entonces solo se apuntaban, ahora Núñez Feijóo podría haber superado ese riesgo según los primeros avances y se reforzaría como el más fuerte de los barones regionales del PP, con opciones para un futuro relevo del actual líder del partido.
Si se confirma la mayoría absoluta que dan los sondeos su decisión de alentar las elecciones previstas para marzo fue todo un éxito y eso le refuerza como político con proyección.
DESASTRE ESPAÑOL EN EL PAÍS VASCO
En el País Vasco, el PNV estaría en condiciones de ser el más votado, pero necesitado de pactos que pueden oscilar entre la izquierda abertzale de EH Bildu y el PSE, con la abstención del PP para un gobierno en minoría alegado de los independentistas.
En este caso, el dolor de cabeza para Rajoy sería un lehendakari como Íñigo Urkullu con tendencia al soberanismo, con un desafío independentista en marcha en Cataluña y con una izquierda abertzale muy fortalecida en todas las instituciones, empezando por el Parlamento vasco. La gran novedad es que será la primera legislatura que se inicie en Euskadi sin la amenaza de ETA.
EH Bildu podría ser el segundo partido más votado en el País vasco y con un resultado histórico para los radicales en Euskadi. Su mejor expectativa en las encuestas le sitúa muy cerca del PNV.
La de IPSO para ETB da al PNV entre 24 y 27 (tiene 30); a EH Bildu entre 23 y 26; al PSE 13 (tiene 25); al PP entre 9 y 10 (tiene 13) y Ezker Anitza-IU y UPyD no tienen seguro lograr un escaño cada uno.
UNA LOGICA DISTINTA PARA EL PP
Para el PP, el resultado del País Vasco tiene una lógica distinta que tiene más que ver con la situación en la comunidad que con el desgaste de Rajoy.
El candidato del PP, Antonio Basagoiti, también de la estricta confianza de Rajoy, busca rentabilizar la polarización entre nacionalistas y constitucionalistas y haciendo que el socialista Patxi López asuma todo el gasto del final del paréntesis de un Gobierno constitucionalista.
Basagoiti ha forzado el córner, lo ha tirado y lo ha rematado: permitió la investidura de López, forzó su caída y ahora ve como los socialistas asumen todo el coste del proceso.
MAYORIA DE INDEPENDENTISTAS
En todo caso, los partidos nacionalistas tendrán mayoría clara en el Parlamento vasco y perderían los dos que han gobernado en la última legislatura, cerrando así ese paréntesis constitucionalista.
La cruz del día es la de Rubalcaba. Porque su resultado podría ser el anverso del triunfo del PP en Galicia y por la cruz que lleva a cuestas por no ser capaz de recuperar a los socialistas.
El PSOE salvó Andalucía y Asturias contra pronóstico en marzo y el tanto se lo apuntó el secretario general socialista. Ganó tiempo frente a los impacientes de su partido, pero ahora, siempre según esos primeros sondeos a pie de urna todo se puede precipitar.
Rubalcaba camina con su cruz a cuestas, pendiente de quienes desde dentro consideran que la suya no es la mejor oposición que puede hacerse.
Ahora los impacientes podrían elevar el tono y hacer público lo que desde hace tiempo dicen en voz baja: hace falta un nuevo líder socialista porque Rubalcaba no logra remontar.
LA CRUZ DE RUBALCABA
El propio líder socialista había convertido la campaña en un plebiscito sobre la gestión de Rajoy, centrando el debate en la política nacional.
Es significativo el dato de la elevada abstención en Galicia, muy por encima de la de elecciones anteriores en la comunidad.
Es la materialización de los datos de todos los sondeos que muestran desde hace tiempo una evidente desafección ciudadana, que se concreta en el rechazo a los dos grandes partidos.
En este caso, siempre según los sondeos, el más perjudicado sería el PSdeG. Es decir, que los socialistas seguirían sin tener un discurso que llegue nítido a los electores y recupere el batacazo de noviembre de 2011 en las generales.
Los socialistas sumaban con BNG y AGE (formación liderada por Xosé Manuel Beiras junto con IU) para arrebatar la mayoría absoluta al PP.
El BNG estaba en condiciones de mantener sus posiciones y Beiras es la gran sorpresa de la noche irrumpiendo con fuerza, pero el hundimiento del PSdG impediría el cambio en Galicia, siempre según esos datos.