Pujol ha puesto como ejemplo los casos de Estonia, Eslovenia y Eslovaquia: "Que son mucho menos que Cataluña"
Habla claro y aparentemente sin pasión, pero lo que dice Jordi Pujol obliga a reflexionar.
«Si ahora hubiese un referéndum, yo votaría por la independencia […] No podía haberlo imaginado hasta hace dos o tres años».
El veterano ex presidente de la Generalitat se ha mostrado en los micrófonos de la Cadena SER a favor de la independencia que defiende su delfín, Artur Mas: «Lo traumático es seguir como estamos, la independencia es difícil, pero posible».
Pujol ha puesto como ejemplo los casos de Estonia, Eslovenia y Eslovaquia: «Que son mucho menos que Cataluña».
Ha asegurado que el detonante que le ha llevado a cambiar de postura, después de llevar decenas de años «tendiendo puentes entre España y Cataluña», fue la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán: «Fue una auténtica vergüenza».
«Aquello fue una autentica barbaridad, no sentimos respeto».
Pujol, con notable habilidad y escasa memoria, ha liberado de toda responsabilidad en el asunto a Artur Mas, que fue uno de los firmantes de lo que resulto, tras pactar con Zapatero:
«Este no es un país serio, en esto no lo fue».
El ex presidente ha declarado que España no entiende el hecho diferencial catalán y que el mensaje que llega desde el resto del país a esta comunidad autónoma «es hostil, muy hostil».
Y cuando la periodista Pepa Bueno le ha recordado que una encuesta del El País señala que el 74% de los españoles no residentes en Cataluña no sienten ninguna desafección hacia Cataluña o lo catalán, Pujol se ha referido entre murmullos a «los políticos y los medios».
«El mensaje que llega de fuera no dice esto de las encuestas, el mensaje político que nos llega es distinto, hostil».
«Desde que tengo 20 años he sido nacionalista y he reclamado la recuperación de la Generalitat y que fuese reconocido, lo he hecho intentando un componente de que no se podía hacer dentro de España. La política y el mundo académico han sido hostiles».
Según su testimonio, la situación ha llegado a un punto en que a los catalanes se les ha planteado una disyuntiva, que ellos no habían planteado:
«Ustedes o van a ser independientes o van a ser residuales».
Y ha dejado muy clara su postura:
«Si ahora hubiese un referéndum por la independencia, votaría por la independencia, algo que no hubiese imaginado nunca».Jordi Pujol afirma no temer una fractura en Cataluña tras las elecciones de este 25 de noviembre de 2012.
Ha explicado que el siglo XX ha estado repleto de «tensiones, problemas y progresos» pero cree que hay que hacer un balance positivo.
El político catalán cree que Cataluña ha sabido mantener su identidad a pesar de la cantidad de gente que recibe de fuera y cree que ha mostrado su voluntad de colaborar al progreso español y que ha mantenido la cohesión del país.
«Alguno desea que todo se divida, eso no pasará. Si en Cataluña se consolida una mayoría potente que reclama un cambio en la situación, un cambio muy radical, pues hay que tenerlo en cuenta. La voluntad no puede ser ignorada por nada aunque haya una Constitución si hay una voluntad clara y entera, sin quiebras».
No ha aludido al tema de que CIU no hable en ningún momento de independencia.
«Lo fundamental es el derecho a decidir».
Ha recordado que CIU lo que planteó fue un pacto fiscal para Cataluña que fue rechazado e insiste en que el movimiento que se dio en Cataluña el 11 de septiembre, con la manifestación independentista del día de la Diada, no vino de los partidos políticos:
«La independencia de Cataluña es posible pero difícil y Europa está preparada».