La IAG asegura mientras tanto que la propuesta de reestructuración es una solución sensata y razonada
Poco podrá hacer al parecer el Gobierno en los próximos días para trasladar a la aerolínea sus deseos de «sensibilidad y flexibilidad». Cuando ahora se trata de dar puerta a las 4.500 personas contempladas en el ERE, que eufemísticamente ha sido dado en llamar «plan de transformación», poco cabe apelar a sensibilidades empresariales.
En Baleares mil trabajadores en su mayoría dedicados a labores de handling, esto es, las operaciones directamente relacionadas con el transporte de pasajeros como la facturación y las operaciones de embarque y de desembarque en los aviones, están en el aire y a la espera de noticias. Nada se sabe sobre su futuro, aunque pinta muy negro. Unos 820 están en Son Sant Joan, 190 en el aeropuerto de Eivissa y otros 60 en Mahón.
El portavoz del Govern balear, Rafael Bosch, ha mostrado mientras tanto su preocupación por el hecho de que este recorte afecte a las conexiones con Baleares. Ha dicho así que «se deberá asegurar esta conectividad para que el sector turístico no se vea afectado».
Bosch ha destacado que en una comunidad como la balear, cuyo principal motor económico es el turismo, «preocupa» esta reducción anunciada hoy por la principal compañía aérea española de 4.500 empleos, casi una cuarta parte de su plantilla de 20.000 personas.
El portavoz ha mostrado en cambio su prudencia a la hora de saber si este recorte afectará a las conexiones, algo que aún «se tendrá que estudiar. Por las noticias que tenemos, sería en referencia a determinados puestos que quizás no afecten a los procesos de conectividad», ha añadido.
Bosch ha justificado el anuncio de Iberia, al afirmar que es consecuencia del encarecimiento del combustible y la competitividad de las líneas regulares con las de bajo coste.
«Las compañías toman decisiones complicadas a la hora de establecer Eres, lo que hay que asegurarse es que la conectividad de esta comunidad se mantenga dentro de los criterios que necesitamos para mantener nuestra principal fuente de ingresos», ha opinado.
REESTRUCTURACIÓN SENSATA
La IAG, International Airlines Group (IAG), fruto de la fusión de Iberia y British Airways, asegura mientras tanto que la propuesta de reestructuración de Iberia es una solución «sensata y razonada», al tiempo se muestra dispuesta a negociar con los sindicatos la manera de llevarla a cabo «siempre y cuando se consiga hacer a la empresa más competitiva y viable generando beneficios para todos a largo plazo».
El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, aseguró en una conferencia telefónica desde Londres que actualmente Iberia no es rentable y que la compañía «hace aguas por todas partes», por ello hay que acometer cuanto antes medidas para solucionar el problema de forma estructural «si no la compañía no tendrá ninguna viabilidad».
La compañía explica que las negociaciones con los sindicatos, que confían en finalizar antes del 31 de julio, deben centrarse ahora en la fórmula a través de la cual se realice la reestructuración de estos 4.500 empleados, a través de despidos, de prejubilaciones u otras fórmulas.
«Nosotros hemos puesto encima de la mesa un problema serio, lo hemos explicado y hemos propuesto una solución seria y bien pensada. Si ellos piensan otra solución mejor estamos dispuestos a escucharlo», aseguró el consejero delegado quien aseguró que lo más importante es resolver los problemas estructurales «no poner parches».
«La compañía no tiene otra posibilidad más que afrontar el tema ahora, tiene recursos para hacerlo y si no tomamos medidas profundas y que permitan un cambio permanente el problema no tendrá solución», justificó.
Durante la presentación del programa de invierno, que se realizará en las próximas semanas, se anunciarán en qué rutas se realizará la reducción de capacidad del 15% prevista para 2013. Este reducción será del 13% en el largo recorrido y el 21% en corto.
NO ES UNA ABSORCIÓN ENCUBIERTA
Respecto a las acusaciones de que se podría estar produciendo una «absorción encubierta» de Iberia por parte de British Airways, el consejero delegado lo negó rotundamente argumentando que la compañía no ha aumentado su capacidad en Madrid desde la fusión, ni ha sustituido rutas de Iberia, ni se han producido transferencias de aviones.
«British e Iberia son compañías cada una con sus problemas diferentes y con distintas circunstancias y nosotros tratamos ahora de solucionar los problemas de Iberia, que son de mercado y de eficiencia. Esos comentarios son maliciosos además de falsos», aseguró con rotundidad reiterando que en el plan de reestructuración no ha tenido nada que ver BA.
La reducción salarial planteada para la plantilla que se mantenga en activo será de entre el 25 y el 35% que se concretará en las próximas negociaciones que se mantengan con los sindicatos.
Respecto a Iberia Express, el consejero delegado aseguró que es un éxito «y sabemos lo que hay que hacer para ser competitivo y poder funcionar». A este respecto asegura que seguirá existiendo «por lo menos en el formato que tiene actualmente de tamaño».
«Estamos dispuestos a mejorar los vuelos de corto y medio radio dentro de Iberia siempre y cuando los costes de tripulaciones se ajusten a la competencia y ponemos como ejemplo el convenio colectivo de Vueling aprobado por el Sepla. Ese es el baremo que queremos», aseguró Sánchez Lozano.
El directivo, que insiste en que el plan de reestructuración era independiente del resultado del laudo, confía en que con las medidas anunciadas se logre seguir manteniendo Iberia, «y su gran historia», de manera que logre ser competitiva «en este entorno y con estos competidores».
«Iberia ha pasado ya por situaciones de crisis, ha tenido que acometer reestructuraciones, ha mejorado posiciones de competitividad y ha sido capaz de crecer. Todos confiamos que en esta ocasión el proceso y la actitud de las partes nos lleve a situaciones parecidas», explica Sánchez-Lozano.