En el caso de las patronales, el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, ha sido el dirigente que mejor ha sabido conservar las distancias durante la campaña electoral
El fracaso electoral de CiU ha caído como un jarro de agua fría sobre los dirigentes de la formación nacionalista, pero también sobre los círculos empresariales que han apoyado explícitamente los postulados de Artur Mas.
Aunque en general los empresarios catalanes se han caracterizado por posiciones de extrema prudencia, algunos de ellos se han significado públicamente a favor de las tesis nacionalistas de CiU.
Afirma ‘El Economista’ que tras la amarga victoria electoral de Mas, muchos de estos empresarios han dado un paso atrás, según se quejan fuentes de la formación nacionalista.
Algunos de estos empresarios, muchos al frente de empresas de capital familiar, habían visto en sus acercamiento a CiU la posibilidad de mejorar sus negocios, mientras que otros lo han hecho por convicciones personales.
Ahora, con el varapalo electoral, consideran que lo mejor es retirarse de la primera línea para dejar pasar el chaparrón.
Entre estos empresarios se encuentran el fundador y presidente del diario Ara, Fernando Rodés; el vicepresidente de Comsa Emte, Carlos Sumarroca; el editor de La Vanguardia, Javier Godó; el presidente de Agrolimen, Artur Carulla; el presidente de la farmacéutica Grifols, Víctor Grifols; los Gallardo de Laboratorios Almirall; los Ferrero del grupo agrolimentario Nutrexpa; el cofundador de Joyería Tous, Salvador Tous; el presidente de Irestal Gropu, Joaquim Boixareu; o los presidentes de la patronales de la pequeña y mediana empresa, Josep González (Pimec) y Antoni Abad (Cecot).
Empresarios prudentes
Por el contrario, otras grandes empresas catalanas, como La Caixa, Banco Sabadell o Gas Natural han sabido mantener la distancia ante la deriva de la política de Artur Mas.
En el caso de las patronales, el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, ha sido el dirigente que mejor ha sabido conservar las distancias durante la campaña electoral.
Entre los empresarios que más se han significado durante la campaña figuran el presidente y fundador del diario Ara, Fernando Rodés, que es hijo de Leopoldo Rodés uno de los empresarios con mayor peso específico dentro de la denominada sociedad civil catalana.
Rodés compatibliza sus responsabilidades en Ara con otros cargos entre los que destaca el de presidente del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible de la Generalitat y el de consejero de Acciona.
Precisamente, esta compañía ha sido la adjudicataria de la privatización de la compañía pública Aguas Ter Llobregat (ATLL) poco antes del inicio de la campaña electoral.
Acciona se ha comprometido a pagar 1.000 millones de euros por la concesión a 50 años de la compañía que lleva el agua a la ciudad de Barcelona.
Otro empresario del mundo de la prensa, el editor de La Vanguardia Javier Godó, también ha ofrecido apoyo explícito a CIU desde las páginas del rotativo.
En este caso, el Grupo Godó ha percibido subvenciones millonarias por parte de la Generalitat durante los dos últimos años.
En entre dicho también quedan los miembros de la agrupación empresarial FemCat, que preside el vicepresidente de la constructora Comsa Emte, Carlos Sumarroca.
Junto a Sumarroca forman parte de este colectivo, el presidente fundador Joaquim Boixareu; Ramon Roca, de Ros Roca; José Miarnau, de Comsa; Ramon Carbonell, de Copcisa; Xavier Pujol, de Ficosa, Albert Esteve, de Laboratoris Esteve; Rosa Clarà, de Rosa Clarà, o Joan Manuel Sanahuja, de Sacresa
En cuanto a las patronales, los presidentes de Pimec y Cecot, Josep González y Antoni Abad, se ha mostrado partidarios de las tesis de CIU debido, más que aún pronunciamiento personal, al resultado de las encuestas que encargaron entre sus afiliados y que muy mayoritariamente apoyaron el soberanismo.