El presidente Mas considera de mal gusto suscitar de nuevo la evasión fiscal de su padre, porque 'ya regularizó su situación' y porque, 'al estar fallecido', no se puede defender
Cuando hace ahora dos años salieron a la luz las cuentas que el padre de Artur Mas tenía en Liechtenstein y Suiza, de las que eran beneficiarios su esposa y sus hijos, con hasta 2,3 millones de euros, se dijo que provenían de la venta en 1984 de unos negocios; desde CiU se insinuó también que una parte podría haberse cobrado en metálico.
Este 9 de diciembre de 2012, el diario ‘El Mundo’ publica que, según el Registro Mercantil, lo único que vendió el progenitor fue el solar de una empresa de ascensores, premonitoriamente denominada ‘Mas, Goberna i Mosso‘ (Magomo), por los apellidos de los socios.
El presidente Mas considera de mal gusto suscitar de nuevo la evasión fiscal de su padre, porque ‘ya regularizó su situación’ y porque, ‘al estar fallecido’, no se puede defender, pero en este asunto hay datos que no cuadran.
La venta fue en 1980 por un importe de 40 millones de pesetas (240.000 euros) que debió de ser repartido entre los tres dueños.
Aun suponiendo que además cobraran una cantidad similar en negro es imposible que a partir de esa operación brotaran 2,3 millones de euros en unos años.
Una rentabilidad imposible de lograr sólo en los mercados y menos en lugares que ocultan el dinero.
Además, está probado que la cuenta seguía creciendo en los años en los que el padre de Mas sólo contaba con una pensión por jubilación de unos 22.000 euros al año.
El presidente catalán Artur Mas figura como beneficiario y ya lo era en su etapa de conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat.
Él es responsable de explicar el origen de ese dinero y no debe extrañarse de que sea investigado mientras no lo haga.
Como subraya el diario de Pedrojota, el ex presidente Aznar tiene razón al decir que «cuesta imaginar que tu DNI figure en una cuenta en Suiza y no saberlo».