Durante el pasado año una persona por mes se tiró al vacío en el lugar
Un hombre de 47 años de edad se precipitó en las últimas horas por los acantilados de Cabo Blanco, en la localidad mallorquina de Llucmajor, en un enclave donde cientos de personas se han quitado la vida en los últimos tiempos.
El protagonista del suceso ha sido ahora un hombre de 47 años de edad que se arrojó al vacío con su coche Mercedes, tras haber dejado una carta de despedida a sus familiares, quienes habían denunciado precisamente hace escasos días su desaparición en Jefatura de Policía. La caída libre fue desde una altura de 200 metros.
Ha sido necesaria esta vez la intervención de un helicóptero del CNP para poder localizar los restos del vehículo, que han aparecido en el fondo del acantilado completamente destrozado.
Se da la circunstancia de que el Consell de Mallorca anunció el pasado mes de enero que se iba a instalar en la carretera que da acceso al abismo una barrera doble, de acero y madera, en un perímetro de aproximadamente un kilómetro. El objetivo era cortar por lo sano con la oleada de suicidios. Sólo durante el pasado año doce personas saltaron al vacío en el mismo lugar.
Fuentes de la institución mallorquina informaron sin embargo a Renovación Balear que tal propósito no ha podido ser llevado a cabo, «ya que de momento hay un concurso abierto a tal fin». El presupuesto para la instalación de las vallas es de 100.000 euros.
Una de las muertes más sonadas en el lugar tuvo como protagonista hace ya dos años al ex presidente del club de fútbol del Mallorca, el doctor Miquel Dalmau, también ex propietario de la conocida Policlínica Miramar en Palma, quien también se arrojó al vacío con su coche en mitad de un proceso judicial.