En 2005, quien encendió la mecha de un boicot al cava catalán fue Josep Lluis Carod-Rovira debido a su campaña contra la candidatura de los Juegos Olímpicos de Madrid
El empresariado catalán tiene la consigna de no hablar de boicot a sus productos.
Escribe Jordi Sacristán en ‘El Economista’ que unos están más o menos de acuerdo que otros con el proceso soberanista emprendido por CiU y ERC en Cataluña, pero todas las organizaciones patronales catalanas han dado la consigna a sus afiliados de que no se hable en público de los boicots que están padeciendo los productos y servicios de las empresas de esta autonomía.
«Hablar de boicots sólo sirve para potenciarlos; aprendimos la lección en 2005 y ahora no vamos a tropezar con la misma piedra», asegura un empresario del sector vinícola.
En 2005, quien encendió la mecha de un boicot al cava catalán fue Josep Lluis Carod-Rovira debido a su campaña contra la candidatura de los Juegos Olímpicos de Madrid para 2012, y ese año las ventas en el mercado nacional cayeron un 6,6%.