También tenía pensado perpetrar una matanza en una franquicia Walmart
El pasado domingo tuvo lugar un terrible suceso en Alburquerque, Nuevo México, Estados Unidos, escasamente horas antes de que el gobierno de Obama anunciase su intención de limitar el uso privado de las armas.
Un muchacho de 15 años de edad, identificado como Nehemaiah Griego, mató a sus padres y a sus tres hermanos a balazos tras haber planeado minuciosamente el macabro plan.
El adolescente pretendía matar asimismo a su novia de 12 años tras acabar con su familia, aunque finalmente se limitó a mandarle una foto de su madre muerta por el móvil. También tenía pensado perpetrar una auténtica masacre en un centro cercano de una franquicia Walmart, tal y como confesó posteriormente a la Policía.
Según informaciones publicadas por diversos medios, Nehemaiah entró en el dormitorio de sus padres a la una de la mañana. En el lugar se encontraba Sara, su madre, junto a su hermano de apenas nueve años. Tras abrir el armario donde guardaban las armas y coger un rifle abrió fuego a sangre fría contra su madre, matándola en el acto.
Hizo lo mismo con el hermano en cuando se despertó, no sin antes anunciarle que su madre había fallecido. Había levantado antes su cabeza para demostrárselo, momento en que el pequeño estalló en un ataque de nervios que cejó tras recibir varios tiros.
El joven se acercó entonces al cuarto de sus hermanas, de cinco y dos años. Estaban llorando ya que habían escuchado los disparos. Ambas corrieron la misma suerte.
Tras esperar a que regresara su padre del turno de noche en el que trabajaba para ayudar a su comunidad de forma voluntaria, ya que era pastor, acabó con él de igual forma, mandando entonces la fotografía de la madre a su novia.
La familia de este joven asesino, en concreto sus tíos, ha emitido en las últimas horas un comunicado, donde resaltan que «era un chico brillante, curioso y con un talento increíble. Era un buen hermano, sobrino, nieto y primo».
Añaden que «nos preocupa que los medios estén mostrando a Nehemaiah como una especie de monstruo», dice un comunicado firmado por los miembros de la familia Griego. «Los que lo conocemos tenemos claro que algo salió evidentemente mal. O tuvo una crisis mental o algún otro tipo de problema que no estuviera diagnosticado, no lo sabemos aún. Pero sí sabemos que ni en nuestra peor pesadilla hubiéramos imaginado algo así».
«Desde que era pequeño recibió el apoyo de su padre, el pastor Greg, para con sus ambiciones musicales», prosigue el documento. «Gracias a su interés, sus ensayos y su talento natural, se había convertido en un gran músico. Tocaba la guitarra, el bajo y la batería. Tocaba en la iglesia de vez en cuando».
Finaliza la nota diciendo que
«la idea generada por los medios de que era un chico solitario solo se la cree quien no lo conociera. Tenía muchos amigos en Calvary, donde pasaba su tiempo libre jugando al baloncesto o tocando algún instrumento. Como su padre, que era un campeón de lucha libre y entrenador, Nehemaniah también compitió en varios torneos de lucha libre. Muchos de sus familiares eran miembros del ejército».
Cuando la policía llegó a casa de la pobre familia, ya de mañana, Nehemaiah dijo tranquilamente que se los había encontrado muertos, aunque luego se derrumbó y confesó la autoría. Parece ser que tras el mútiple asesinato se había acercado a una iglesia de la localidad para rezar, regresándo posteriormente a su hogar.