La cruel muerte del caballo Sorky das Pont, pese a todo, sigue su trámite en los juzgados
El pasado día 10 el equipo ‘popular’ de gobierno en el Consell de Mallorca, de quien depende el Hipódromo de Manacor, pasó olímpicamente de la oposición a la hora de aprobar una moción tendente a investigar la dramática muerte de Sorky das Pont.
Como se recordará, este caballo se desnucó el pasado domingo 30 de diciembre en las instalaciones deportivas de la citada localidad, tras recibir una tunda de palos que le propinó su propietario Eugenio Sánchez.
Por ello, ayer tarde, cerca de 200 personas convocadas por las asociaciones animalistas ICA, Animanaturalis, la Asociación Animalista Balear, Patitas, Sos Mallorca y el Refugio de Animales de Pollença, entre otras, se concentraron a las puertas del hipódromo para dar fe de su repulsa por el vandálico acto.
Sorprendentemente, -aunque dentro de la tónica habitual de los ‘populares’ de no hacer mucho ruido pero sí estar al tanto de todo por si las moscas-, aparecieron como pasando por allí la consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Catalina Soler, y el presidente del Instituto del Deporte Hípico, Nicolás Gómez.
La presencia de ambos, confirmada a este periódico por fuentes cercanas a la organización, no levantó sin embargo las iras de los presentes que, lejos de montarles un escándalo, dejaron paso a unos cuantos insultos proferidos por vaya usted a saber quién, quizás alguien ajeno a la convocatoria. Tras ser así detectados, ambos se conformaron con el reproche y siguieron su marcha como quien dice ‘al trote’.
Su actitud no evita sin embargo que el proceso siga su curso en los juzgados de Manacor, con el ayuntamiento personado, y ni mucho menos que las denuncias de los defensores de los animales arrecien por doquier.
MANIFIESTO
En la manifestación de protesta Aida Cortecero, presidenta de ICA, leyó un manifiesto, claro y conciso:
«Sorky es y ha sido una víctima de la explotación, del capricho humano, una víctima de ser sometido a competir, de ser tratado como una propiedad, de ser forzado a duros entrenamientos; víctima de ser fustigado y, sobre todo, víctima de malos tratos, golpes y palizas que acabaron con su vida».
Guillermo Amengual, portavoz de AnimaNaturalis en Mallorca., ya había dejado por su parte constancia en su página web de que «la muerte de Sorky das Pont es un ejemplo más de la indignante violencia a la que son sometidos los animales utilizados en espectáculos con fines lucrativos. En el caso de las carreras hípicas, o como este caso en la modalidad de trote, a menudo los caballos sufren malos tratos físicos y son entrenados en situaciones extremas, exigiéndoles superar sus límites físicos con un gran peligro para su vida».
Tal y como admitió en su día el dueño del caballo tras ser detenido, actuó de tal guisa ya que el animal quedó eliminado en una carrera de trotones, hecho que le sacó de quicio y que resolvió cogiendo un palo para emprenderla a golpes.
El cuadrúpedo, presa del pánico, intentó zafarse del ataque, desnucándose en su desesperada huida tras dar contra el techo de su cuadra.