La niña y su madre se quedaron sin casa y el tipo les dio cobijo a cambio de hicieran la limpieza de su domicilio
Es para perder la fe en el ser humano. Al menos por una temporada.Porque el tipo iba a benefactor y acabó de abusador desvergonzado.
Un vigués de 68 años está acusado de acoger en su casa a una amiga desahuciada y, a los dos días, abusar de la hija de esta, de 12 años.
Y encima la abofeteó, para que entrase ‘en razón‘, cuando la criatura se negaba a que le metiese mano.
Algo debía tener en mente el sujeto, cuando en octubre de 2012 se ofreció generosamente a acoger a la mujer y la niña, pidiéndoles sólo que se encasrgasen de la limpieza de la casa.
De hecho, cuando la policía registró la vivienda del canalla, halló un disco duro con fotos de menores desnudas.
El juicio se celebró el martes 5 de febrero de 2013 en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, y el acusado se enfrenta a cinco años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales a una menor y un año por tenencia de pornografía infantil.
Todo empezó en el verano del 2011, cuando F.J.R.G., natural de Madrid, residente en Vigo y entonces de 66 años, entabló una relación de amistad con una mujer que pasaba por problemas económicos porque iba a ser desahuciada de su vivienda que compartía con su hija de 12 años.
Siempre según el escrito fiscal, el amigo sexagenario le ofreció a madre e hija quedarse en su casa, situada en Vigo, y adonde se mudaron a los dos meses, el 22 de octubre.
Solo dos días después, el 24, el anfitrión y benefactor, supuestamente, aprovechó que se encontraba en su dormitorio a solas con la niña y abusó de su pequeña invitada. Hubo más tocamientos en otra ocasión.
Tres días después, el 27, el acusado le habría propinado un bofetón a la niña y la hizo sangrar por el labio, con ánimo de menoscabar su integridad física. La herida tardó 4 días en curar.
MENORES DESNUDAS
Tras la denuncia, el juez de Instrucción número 7 de Vigo registró la vivienda. La comisión judicial halló un disco duro de color verde que contenía imágenes en las que aparecían distintas menores desnudas, algunas de las cuales, se exhibían con «incitadora actitud sexual».
La Fiscalía llegó a la conclusión de que el acusado tenía las imágenes para uso propio sin intención de difundirlas. También hallaron fotos de la menor de la que habría abusado pero las imágenes eran corrientes.
Además de las peticiones de cárcel, la Fiscalía reclama que el tribunal le prohíba acercarse o comunicarse con la menor por un período de 5 años. Por la falta de lesiones, el Ministerio Público propone 10 días de localización permanente.
La Fiscalía pide que la niña sea indemnizada con 120 euros por la curación de sus lesiones del bofetón y que el acusado la compense con 1.500 euros por haberle ocasionado daños morales.
La Fiscalía le imputa un delito del artículo 183.1 del Código Penal que dice que aquel que realice actos que atenten contra la indemnidad sexual de un menor de trece años será castigado como responsable de abuso sexual a un menor y castigado con dos a seis años de prisión.
El Ministerio aplica el artículo 74, que se refiere al mismo tipo de delito que es continuado en el tiempo mediante un plan preconcebido.
LA DEFENSA DEL ACUSADO
El abogado defensor del acusado señaló en la vista oral que prueba de que la menor no se opuso a esos tocamientos es que no los denunció hasta dos días más tarde, cuando el procesado supuestamente le dio una bofetada que le partió el labio en presencia de su madre. Además, ve contradicciones entre las declaraciones de madre e hija.
El hombre tiene una justificación para este comportamiento, dijo que ella se portó mal y le dio una pequeña bofetada también con fines educativos, pero a ella no le sentó bien.
Su madre supuestamente presenció los hechos y al ver que su hija tenía una herida la llevó al médico para que la curasen. En ese momento, la niña le habría trasmitido que se habían producido los tocamientos previos.
LOS ABUSOS DE CONFIANZA
El fiscal sí da credibilidad a la menor y señala, además, que el hombre abusó de la confianza que tenía con ella para someterla a esos abusos.
Así, previamente ya le había comprado un ordenador o un disfraz y apareció como su salvador cuando, al quedarse sin casa, le ofreció a su madre que podía trabajar como limpiadora para él y a cambio de darle un techo.
Al respecto, el fiscal indicó que «con regalos ilusionó a una niña que tenía carencias económicas, se ganó su confianza, tenían un nuevo hogar y el hombre le captó y la menor sabía que si la madre se enteraba, todo eso se iba a acabar».
EL FOTÓGRAFO GUARRETE
En relación con las imágenes pornográficas que tenía en su ordenador, el acusado reconoció que sí guardaba un volumen alto de fotos en su ordenador, pero que se debe a cuestiones profesionales, pues es fotógrafo.
Negó que utilizase fotografías de menores desnudas y señaló que desconoce cómo fueron a parar a su disco duro externo, que pudo ser otra persona que lo utilizase. Negó también que hiciese fotos a la menor en cuestión.