La Asociación de Bebidas Refrescantes recurrirá el proyecto de ley al entender que es "discriminatorio"
Un botella de agua de 1,5 litros costará un 22% más y un 9% un refresco gracias al nuevo ‘impuesto verde’ que este viernes ha aprobado el Govern balear.
Según datos de las empresas de producción, envasado, distribución y gestión de residuos de envases (FIAB, ANGED, ASEDAS, ACES, CEC, ECOVIDRIO y ECOEMBES), este gravamen supone que una familia de cuatro personas que consuma sólo 4 litros de agua envasada al día de 1,5 litros pagará ahora unos 100 euros más al año.
Es más, teniendo en cuenta el consumo medio de bebidas envasadas de una familia, el impacto medio no sería inferior a los 400 euros anuales. Además, estas subidas también se verán reflejadas en el Índice de Precios al Consumo (IPC), advierten estas empresas, que han calificado de «discriminatorio» este nuevo canon que afectará «seriamente» a la recuperación balear.
Así, la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) ha mostrado su rechazo absolut a este proyecto de ley, y ha anunciado que lo recurrirá al entender que es «discriminatorio» y que «afecta a la competitividad» de las empresas.
En un comunicado, la entidad ha remarcado que el 60 por ciento de los ingresos de la comunidad están relacionados con la hostelería y el turismo y que las bebidas refrescantes «pueden jugar un importante papel en la recuperación económica», si bien este nuevo impuesto no favorecen «ni a los ciudadanos ni a las empresas».
FINALIDAD RECAUDATORIA
Según la asociación, la creación de este nuevo tributo no se puede justificar bajo ninguna «excusa» medioambiental, porque «lo único que pretende es enmascarar una mera finalidad recaudatoria». Asimismo, ha indicado que recurrirán esta medida, junto con las industrias de alimentación y bebidas, distribución, los sectores de la hostelería y reciclaje.
Por otro lado, han recordado que en España hay Sistemas Integrados de Gestión -Puntos Verdes- «que están funcionando bien», por lo que, de esta manera, se produciría «una doble imposición».
La Asociación de Bebidas Refrescantes ha lamentado también que ahora se vaya a afectar la competitividad del sector cuando éste «se ha conseguido mantener» pese a la actual situación de crisis económica.
Finalmente, ha hecho hincapié en que el sector de las bebidas refrescantes en España contribuye con cerca de 550 millones anuales al erario público entre distintos impuestos y que este nuevo tributo «supone una retasación que afectará a nuestra competitividad empresarial».
LA PIMEM NO SE QUEDA ATRÁS
La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) ha exigido al Govern por su parte que rectifique su política de impuestos, al entender que éstos contraerán el consumo y «hundirán» la economía de las islas.
En un comunicado, la entidad presidida por Jaume Xavier Roselló ha mostrado «su más enérgico» rechazo a los nuevos impuestos al entender que solo tienen una función recaudatoria, por lo que se agravará más la crisis en la que están sumidas las micro y pequeñas y medianas empresas y familias «y se conseguirá el efecto contrario al deseado puesto».
Pimem, que ya ha recordado que ya habían alertado sobre los efectos perniciosos para la economía de Baleares, ha reiterado al Ejecutivo que rectifique esta política económica «que está llevando a la ruina a empresas y familias».
«Hemos dicho por activa y por pasiva que hay que reactivar el consumo para que las empresas salgan adelante, con inversión pública, y con medidas de apoyo a las pymes. Y pagando a los proveedores en el plazo que marca la ley, que deben adelantar el IVA a la administración sin haber cobrado ese IVA», ha dicho Jaume Xavier Roselló. Según ha dicho, los nuevos impuestos sobre envases restarán competitividad a nuestras empresas, agravando las falta de la misma por la insularidad.
Por su lado, la presidenta de la Asociación de Bebidas Refrescantes de Pimem, Leonor Fuster, ha lamentado que el Govern venda un carácter «verde» del impuesto de envases «cuando se trata de un impuesto recaudatorio».
Fuster ha criticado esta «discriminación» hacia su sector y que en las excepciones no se tengan en cuenta algunas bebidas «básicas» como la leche y el agua. «Tampoco se entiende que no se tenga en cuenta el envase de pet retornable. ¿Qué contaminación puede causar un envase reciclable?», se ha preguntado.
Finalmente, ha reprochado que no se hable de cómo se piensa reinvertir el impuesto en el medio ambiente, y de que tampoco se hable de ayudas para la implantación informática del nuevo impuesto. «No tenemos ni una sola bonificación, ni por ser fabricante de la isla, ni por ninguna acción de contribución en proyectos medioambientales como ofrecen a las grandes superficies. Y el tema de reposición de envases por el mismo proveedor o sustituto, esto si que es imposible de controlar» ha concluido.
LOS SOCIALISTAS ARREMETEN TAMBIÉN
La oposición también ha dejado oír su voz al respecto. El diputado del Grupo Parlamentario Socialista, Joan Boned, lamenta que el Govern no haya rectificado su política impositiva, tras la aprobación de estos tributos.
Afirma que con estos tres nuevos impuestos el Ejecutivo del PP continúa con su política tributaria errática y que al final repercutirán directamente a los ciudadanos ya que «serán ellos quienes tendrán que pagarlos, siendo una nueva estocada a sus maltrechos bolsillos «.
Además, el parlamentario del PSIB-PSOE ha criticado la nueva subida de tasas que ha aprobado el Govern, «apenas un mes y medio después de tener el nuevo presupuesto, lo que supone una nueva improvisación».
Desde el Grupo Socialista, Boned ha anunciado el voto en contra a la subida de impuesto cuando el proyecto de ley entre en el Parlament, con la presentación de enmienda a la totalidad.