Tanto acusar a Ana Mato de no enterarse del Jaguar de su marido, y Rubalcaba El Sordo no se entera de esta moción
Escribe Valentín Carrera en ‘ESD‘ que a él, como ponferradino me entristece ver el nombre de su ciudad arrastrado por el lodazal político, como otra Gürtel, otro Bárcenas más, esta vez removido por la mano negra del PP con ayuda entusiasmada de superman Rubalcaba.
Los de Ponferrada, primeras víctimas de este barrizal, deberíamos exigir responsabilidad patrimonial a todos los que han ensuciado el honor de la ciudad. ¿Cómo presumir de capital templaria, cómo acoger dentro de unos meses el Mundial de Ciclismo?
Conocí la moción de censura PSOE-Independientes hace exactamente quince días, el lunes 25 de febrero, gracias a mi «información privilegiada«: leo los periódicos y escucho la Red.
En efecto, ese día la noticia salió en todos los medios y Twitter repicó las campanas: el portavoz socialista Samuel Folgueral compareció en rueda de prensa, acompañado por Helena Castellano y Antonio Vega, responsables del PSOE en Ponferrada, y dijo «las 18 razones por las que es necesaria la moción de censura» [Bierzo 7, 28-febrero, pág. 3].
Todo esto ha sido publicado con lujo de detalles. La moción estaba hablada, acordada, pactada, sellada y bendecida por los máximos responsables del PSOE en Ponferrada, León, Valladolid y, sobre todo, por Óscar López en Ferraz.
López -el nuevo Pepe Blanco- fue secretario del PSOE en Castilla y León, conoce al dedillo «lo de Ponferrada«, y, hasta hace unas horas, era amigo de Folgueral, independiente al que fichó en las últimas municipales.
Quienes conocen a Folgueral saben que jamás hubiera dado este paso sin la bendición de Óscar López, quien a su vez ha reconocido haber tratado el asunto con Rubalcaba.
Cuando el 25 de febrero se anunció la moción, en el PSOE todos callaron como putas, salvo 350 militantes de León, que firmaron un manifiesto de protesta y algunas mujeres socialistas, no todas, a quienes la indignación tocaba en la fibra sensible.
Pasaron once días, con todos los trámites legales hasta la convocatoria y celebración del pleno y el PSOE local, provincial, autonómico y federal siguió conteniendo la respiración, incluidas las dirigentes, desde Helena Castellano a Elena Valenciano, la lideresa capaz de superar en ceguera y sordera a Cospedal y Bárcenas juntos.
El 8 de marzo, a las 13:28 h., Samuel Folgueral fue proclamado alcalde de Ponferrada con el aplauso y pleno respaldo del PSOE: al pleno asistió el secretario provincial del PSOE y Óscar López bendijo el pacto y se felicitó a si mismo, complaciente por el éxito de la moción hasta las 20 h., cuando recibió la orden contraria. En esas pocas horas prendió la mecha en Twitter y el incendio alcanzó dimensiones colosales.
Carme Chacón, que tampoco se había enterado antes, aprovechó para hincar una dentellada en los huevos a Rubalcaba, dicho sea sin metáforas:
«Es insoportable como socialista q cualquier día pero sb todo hoy, vayamos a gobernar Ponferrada por el voto d 1 acosador sexual. Yo, contraria».
Fue entonces cuando el político más cínico e insoportable de este país, el fariseo Alfredo Pérez Rubalcaba, se llevó las manos a la cabeza hipócritamente, rasgándose las vestiduras en Telecinco:
«Nos hemos equivocado».
Y, claro, puesto que «nos hemos equivocado» (en plural), que dimita… Samuel (en singular)».
Igual que hace meses con la derrota electoral, «tenemos» que asumir responsabilidades, significa cortar cabezas ajenas, nunca asumir su propia e ineludible responsabilidad en este grave error y en aquella desastrosa derrota. Tal es Rubalcaba.
Su cobardía, entregando a Samuel a los leones, no ha dejado a Folgueral otra salida digna que mandar a Rubalcaba y a toda su ejecutiva a hacer gárgaras. El desatino de Rubalcaba carece de precedentes y muestra su absoluta pérdida del Norte.
Pide a gritos un diván de psiquiatra, acaso colectivo. Además de cínico, pretende apagar con gasolina el fuego que ha encendido su secretario de Organización, el desaparecido Óscar López, que al día siguiente rectificó con la boca pequeña:
«Asumo mi error y pido disculpas», y se quedó tan campante. Otra cobardía.
Alguien tiene que dimitir urgentemente por «lo de Ponferrada».
En primer lugar, debe dimitir Rubalcaba: si se enteró de la moción y dejó hacer, por consentir; y si no se enteró, por incompetente.
Tanto acusar a Ana Mato de no enterarse del Jaguar de su marido, y Rubalcaba El Sordo no se entera de esta moción ¡durante diez días, con la noticia en toda la prensa y con escritos de queja de 350 militantes de León y otras voces en las redes!
En segundo lugar, debe dimitir el secretario de Organización del PSOE, Óscar López: si informó poco y mal a su jefe, por inútil y desleal; y si no le informó y ocultó a los órganos del partido «detalles» que ya estaban en todos los periódicos, por pérdida absoluta de confianza.
En tercer lugar, deben dimitir los secretarios del PSOE a nivel autonómico, provincial y local, que tuvieron conocimiento directísimo de la moción, la consintieron y la apoyaron con su presencia, incluidas mujeres progresistas, cuya sonrisa en las fotos es ahora un sarcasmo.
Y solo cuando hayan dimitido todos estos responsables directos de «lo de Ponferrada«, debería dimitir también Samuel Folgueral por incauto, por haberse dejado enredar por el capitán Araña.
Concluyo: cuando supe de la moción de censura pensé, y lo escribí respetuosamente en Facebook, que era una buena noticia y lo mantengo. Ponferrada lleva años empantanada en un marasmo político, económico y cultural, con un alcalde agotado y sin proyecto.
Creo que Folgueral será mejor alcalde y hará posible el cambio profundo y progresista que la ciudad necesita.
Ahora que Ismael Álvarez ha dimitido voluntariamente -una vez saldadas sus cuentas con la Justicia, nunca debió volver a la política-, llevándose por delante a su examigo y heredero Carlos López Riesco, es el momento de que la ciudad pase definitivamente esta página, este borrón en nuestra historia local y Ponferrada recupere su dignidad y buen nombre.
Los 68.466 ponferradinos y ponferradinas tenemos derecho a que nuestros representantes ocupen todo su tiempo en pelear con uñas y dientes por el bien común: por la igualdad y los derechos de la mujer, contra el paro y la pobreza, contra la caída libre de la minería, contra la destrucción sistemática del Bierzo, de su paisaje y riqueza natural, de su aire limpio. Sí, necesitamos respirar aire limpio.