Ahora mismo la situación de los hijos de Jordi Pujol es bastante complicada
El súbito interés del Gobierno catalán por buscar un acuerdo con Madrid no es inocente.
Según ha podido saber J.J.E. y pubica ‘La Gaceta’, detrás de él está, muy en primer lugar, el horizonte judicial de la familia Pujol, que pinta más bien complicado. La imputación de Oriol Pujol por el caso ITV no ha hecho sino acelerar las cosas.
Sobre el papel, Mas está ahora proponiendo a Rajoy una «relajación» en sus aspiraciones secesionistas a cambio de ayuda financiera para salvar a Cataluña del naufragio.
Pero por debajo de la mesa hay otras dos piezas: una, las investigaciones policiales sobre la fortuna de la familia Pujol; la otra, en contrapartida, la retirada de las querellas que los Pujol han planteado (y van a plantear) contra periodistas del diario El Mundo.
La pista la dio hace pocos días el ministro del Interior, Jorge Fernández, al asegurar que tiene en sus manos «una investigación del Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales relacionada con la empresa Europraxis Group«, empresa que estuvo gestionada por Josep Pujol, uno de los hijos del ex presidente de la Generalitat, hasta que la vendió en 2003.
Obra también en poder del ministro del Interior «la investigación realizada en el seno de las diligencias previas 3.761/12 de las que conoce el Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo así como otras investigaciones relacionadas con la empresa Alta Partners y otras sociedades».
El Juzgado de Lugo es el que investiga la trama de las ITV, que le valía ayer a Oriol Pujol -otro hijo de don Jordi- la imputación como «colaborador necesario».
Alta Partners es una empresa vinculada directamente al propio Oriol; de hecho, su esposa aún trabaja ahí.
Jorge Fernández tiene más cosas en sus manos. Tiene, por ejemplo, «información de testigos protegidos relacionados con las titularidades de cuentas en la entidad HSBC en Suiza que por razones obvias no puede ser objeto de mayor concreción en estos momentos por estar en avanzado estado de judicialización».
Esos testigos son en realidad el informático de la HSBC Falciani, que está entregando al Gobierno español abundante información sobre titulares españoles de cuentas en Suiza.
Y por si esto fuera poco, a finales del pasado mes de noviembre Jorge Fernández recibía un informe sobre «las líneas investigación abiertas como consecuencia de declaraciones de testigos y otras fuentes sobre comisiones financieras en diferentes entidades bancarias y su relación con el cobro de comisiones ilegales en el blanqueo de capitales».
El ministro añade que esta información «se encuentra en estos momentos judicializada».
Todas estas cosas se las dijo en el Congreso la semana pasada el ministro Fernández al portavoz de CiU, Jordi Jané.
La mayor parte de la prensa sólo ha recogido las noticias según las cuales a la banca suiza Lombard & Odier no le consta que ni los Mas ni los Pujol hayan tenido cuentas allí en los últimos diez años.
Pero eso, en realidad, es lo menos importante de todo. Y lo más significativo es esto otro: toda la información recogida por la UDEF aglutina indicios más que suficientes para poner contra las cuerdas a los Pujol en particular y al nacionalismo catalán en general.
La complicada situación del clan
Ahora mismo la situación de los hijos de Jordi Pujol es bastante complicada. Jordi Pujol jr. ha visto delatadas en sede judicial sus cuentas millonarias por su ex amante Victoria Álvarez, y el origen de su fortuna personal en Argentina y México está bajo la lupa de la policía.
Otro hermano Pujol, Josep, está siendo investigado por la venta de la compañía Europraxis. De Oriol Pujol, recién imputado por el caso ITV, se espera saber si tenía cuentas en el HSBC y qué ramificaciones afectan a la consultora Alta Partners.
En cuanto al cuarto hermano, Oleguer, permanece la sospecha sobre su papel en Drago Capital.
Razones más que suficientes, en fin, para pedir árnica al Gobierno. Y para que el ministro Fernández enseñara músculo ante el portavoz de Convergencia.