"Debemos asumir también la responsabilidad y las consecuencias de nuestros actos"
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, ha dado su opinión acerca de la reciente expulsión de expárroco de Can Picafort, Pere Barceló, acusado de haber violado antaño a una niña de diez años y de haber abusado de otras.
La máxima autoridad eclesiástica en Mallorca afirma en su blog personal que «para mí es muy dura esta sentencia, pensando en la persona del sacerdote implicado, pero sobre todo en las víctimas, que a veces son las más olvidadas. Como obispo no me siento al margen de esta cuestión, no me lavo las manos. El Tribunal actúa en mi nombre, y hago mía la decisión del Tribunal».
Tras reconocer que tiene una relación personal con Barceló, no le duelen prendas en reconocer que «ha tenido una actuación que no es correcta».
El obispo puntualiza también que «en este caso se trata de una sentencia primera, hará falta confirmarla por parte de Roma. Pero en todo caso la sentencia pone de relieve que ha habido un mal hecho a unas personas, y que el implicado no es una persona idónea para seguir siendo sacerdote».
Finalmente apostilla:
«Es un momento doloroso para la Iglesia, pero también clarificador. Porque no podemos provocar de ninguna manera la sospecha de que no actuamos correctamente. Y sobre todo no podemos olvidar la palabra de Jesús en el Evangelio cuando hablaba del pecado del escándalo provocado en los más pequeños, en los más indefensos: «Ay de aquel que escandalice alguno de estos pequeños!» Esta es una palabra definitiva».