La Policía se mantiene mientras tanto en su postura de que se trata de una desaparición voluntaria
Desde el pasado 26 de enero ningún familiar ni allegados saben absolutamente nada de él de primera mano.
A pesar de los llamamientos de sus muchos amigos a través de Facebook, manifestación incluida a las puertas del bar de su padre, el joven Diego Franco sigue jugando a un incomprensible ‘juego del escondite’. Mantiene así en vilo a propios y extraños, haciendo incluso caso omiso de la carta que le mandó su padre a través de la referida red social ,y de la que se hizo eco este digital.
Sin embargo hay novedades que dan un giro total al caso, abriendo ahora una puerta a la esperanza toda vez que se temía lo peor: varias personas que le conocen lo han visto últimamente al menos en tres ocasiones, paseando tranquilamente por Palma.
En declaraciones a RB, Carlos Franco, padre del desaparecido, ha señalado que estos testigos tienen una credibilidad absoluta:
«Hace pocas semanas una mujer que bajaba la basura, precisamente cerca de la calle París donde vivo, lo vio con cuatro chicos. Estaban charlando tranquilamente en la acera, aunque no le dio tiempo a acercarse. Luego está el testimonio de otro que lo conoce, que le divisó con certeza desde un autobús cerca de los cines Chaplin, lo que se une a la mujer que se topó con él en una parada de bus cuando Diego estaba con una chica rubia pocos días después de denunciarse su desaparición».
En todos los casos Diego Franco portaba una mochila y parecía estar muy tranquilo, por lo que su progenitor ya se muestra convencido de que es una fuga voluntaria, tesis que precisamente sigue manteniendo el Grupo de Homicidios del Cuerpo Superior de Policía que se ha hecho cargo del caso.
Carlos Franco afirma así que
«estoy convencido de que vive en un pueblo, para que no le vean en Palma, y que de vez en cuando se decide a bajar a la ciudad».
Sea como fuere el joven argentino debería ponerse en contacto con sus allegados, a decir de fuentes familiares, «ya que ha pasado mucho tiempo desde que se le perdió el rastro y todos estamos sufriendo mucho. No se entiende su actitud, aunque esperamos sus noticias cuanto antes. Le queremos mucho todos y le recibiremos con los brazos abiertos».