Crearon una trama de empresas con hombres de paja a las que adjudicaron contratos que fueron financiados con fondos públicos
Este lunes se celebra en la sección primera de la Audiencia Provincial de Palma el juicio por el llamado caso Scala, trama urdida durante la legislatura de Jaume Matas, y que provocó un agujero de 8,27 millones de euros a través del Consorcio para el Desarrollo Económico de las Islas Baleares, CDEIB, organismo dependiente de la Conselleria de Comercio, Industria y Energía cuyo responsable era Josep Juan Cardona.
El citado exconseller, que se enfrenta a una pena de 21 años de cárcel y a una multa de 7,5 millones de euros por siete delitos de corrupción, y que abandonó su escaño de diputado en junio de 2010 tras haberse pasado al Grupo Mixto, estará acompañado de otros 17 imputados.
Entre ellos figura la que era gerente del consorcio, Antonia Ordinas y la esposa de ésta, la soprano Isabel Rosselló, a cuyas cuentas iba el dinero de las comisiones que lograba la primera con sus múltiples chanchullos, y que se hinchaban aún más con adicionales inyecciones de fondos públicos y préstamos bancarios. Para ambas se piden siete años de cárcel.
El trío, con la inestimable ayuda de los otros implicados en la causa, crearon una trama de empresas con hombres de paja a las que adjudicaron múltiples contratos que fueron financiados con fondos públicos.
LA FAMOSA CAJA DE COLA CAO
Ambas mujeres pasaron a principios de octubre de 2008 a los anales de la corrupción más cutre, tras confesar que habían enterrado en el jardín de su vivienda de la localidad de Pórtol una caja de Cola Cao con 200.000 euros en metálico. En ella, de color rojo para más señas, Anticorrupción encontró además una libreta escrita a mano donde figuraban los nombres de las personas que les iban pagando comisiones, todas ellas a cambio de recibir contrataciones para realizar trabajos a favor del Govern.
Entre las actividades de Ordinas para engordar sus cuentas figura, entre otras largas de detallar y que les reportaron pingües beneficios, la ‘invitación’ a sus suministradores a que contrataran a su mujer a través de su empresa Gabinete Alays, para que elaborara supuestos estudios y análisis, logrando además que la soprano cantara a pleno pulmón en los eventos internacionales que el CDEIB organizó en Miami, Nueva York y en ciudades de China.
En este último lugar se inventó la exgerente el concurso ‘Honey Moon’ para que los recién casados chinos consiguieran su luna de miel en Mallorca; un fraude de cuidado.
LA MANO DERECHA DE CARDONA TAMPOCO SE LIBRA
En este expolio aparece además como ‘actor secundario’, si cabe, y en medio de una cascada de delitos que van desde la malversación de caudales públicos y delitos continuados de cohecho, pasando por la prevaricación y falsedad documental por funcionario y en documento mercantil y acabando con un fraude a la administración, el ex director general de Promoción Industrial, Joseph Kurt Viaene, mano derecha del exconseller que encara una pena de 20 años.
Para los acusados la Fiscalía solicita penas que oscilan entre el medio año y los 10 años de cárcel, y multas de hasta un millón de euros. Doce de ellos han reconocido sin reparos su participación en los hechos, colaborando con la Justicia.
OTROS IMPUTADOS
Las demás personas que ahora deberán sentarse en el banquillo son el empresario Arnaldus Van Den Hurk, el administrador de Mercantiles NTC Consultores, Francisco García, el empresario y sobrino político de Matas, Felipe Ferré -quien junto a Ordinas ha colaborado con la justicia y ha confesado los hechos-, el publicista Joan Rosselló, la ex secretaria de Ordinas, Daniela Francisca Beaumont, el empresario de Calvià Jaime Fernández Abad, el administrador de Camino Export S.P. y el empresario Pedro Veny.