Con el beneplácito de Antich se gastaron sólo en vagones, y para colmo inutilizables, más de 26 millones de euros
Se gastaron alegremente la friolera de 26.687.000 euros en comprar seis relucientes trenes a la empresa valenciana Vossloh con el beneplácito del anterior presidente del Govern, Francesc Antich.
Desde su atalaya de Algaida no acertó a columbrar el fiasco que se le venía encima, cegado quizás por los encantos de quien en octubre de 2008 era la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
HÍBRIDOS INÚTILES
El Pacte se lució durante su caótica legislatura sin considerar que los mismos no podían siquiera circular, ya que las obras que iban a dejar paso a la línea Manacor-Artà no estaban en marcha y, lo más importante, que las unidades híbridas, esto es, mezcla de tren y tranvía, eran totalmente incompatibles con las líneas férreas de nuestras islas. No encajaban ni en las vías. No importaba. El convenio de colaboración en materia ferroviaria firmado el 26 de octubre de 2008 por importe de 443 millones, a pagar en cómodos plazos, les bastaba de lejos para confiarse.
AGUJERO MILLONARIO
Tras su salida del Govern los vagones seguían durmieron plácidamente el sueño de los justos en los talleres de la empresa pública Serveis Ferroviaris, tras haberse reducido el gasto de marras en 57,5 millones. A otra cosa mariposa. El agujero de 143 millones por donde se precipitaron obras, estaciones fantasmas y maquinaria, sin olvidar las indemnizaciones a los expropiados, estaba ya servido a modo de trampa para la nueva etapa ‘popular’.
TODO AL GARETE
Y ahora, qué remedio, el Govern acaba de acordar la suspensión definitiva de las obras debido a «problemas presupuestarios», según ha informado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Rafael Bosch.
Así, debido a una «dotación insuficiente» se ha iniciado el expediente de resolución de los contratos de las obras del proyecto, tras haber finalizado en octubre del pasado año el plazo de suspensión temporal.
El Govern ha señalado no sin cierto rubor, quién sabe si por la ira o por verse reflejados en la pésima gestión, que la suspensión definitiva se fundamenta en los informes previos de los Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM), de la Conselleria de Agricultura y de la Abogacía de la Comunidad.
LOS SOCIALISTAS SE ENFADAN
El PSIB parece haber perdido la memoria y salta tras esta declaración de intenciones afirmando que «liquidar el tren de Llevant es una de las decisiones más irresponsables del Govern y equivale a perder toda la inversión hecha hasta el momento» por lo que ha anunciado que estudiará las posibles irregularidades que haya podido haber en la tramitación.
En un comunicado, el diputado socialista Cosme Bonet ha asegurado que el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, «quedará marcado como el político que liquidó el tren de Llevant» y ha lamentado que «después de dos años de no hacer nada, las peores previsiones se han hecho realidad» este viernes.
Así, ha censurado que esta es una muestra de la «absoluta incapacidad» de gestión y de «la nula influencia» en Madrid del Govern Bauzá que demuestra que es «incapaz de encontrar soluciones» y las toma, en este caso, «sin ni siquiera avisar a los ayuntamientos afectados».
Según ha incidido el parlamentario
«tras dos años de «no hacer nada, de no negociar con Madrid, de abandonar las obras a medias y de nulo diálogo con los ayuntamientos de la comarca, las peores previsiones se han hecho realidad».
Sin más comentarios.