Carlos Silva Cortés, de 26 años, se pasó varios días en el hospital en estado de muerte cerebral antes de fallecer
Carlos Silva Cortés, de 26 años de edad, apareció el pasado 27 de abril colgado de una viga en una celda de aislamiento del Centro Penitenciario de Mahón, donde había sido confinado a raíz de una pelea entre presos.
El joven, extremeño aunque residente en Menorca desde hace tres lustros, estaba cumpliendo una pena de dos años, y cuando fue encontrado estaba aún con vida. Se colgó anudando su jersey.
Trasladado de urgencia al Hospital Mateu Orfila, donde se le diagnosticó anoxia cerebral del 90 por ciento, falleció este mismo viernes en la unidad de cuidados intensivos.
TESTIGO CLAVE
Su muerte ha levantado toda suerte de conjeturas ya que, según informa el diario Ultima Hora citando fuentes cercanas al caso, el infortunado iba a declarar ante el juez próximamente como testigo clave en un caso de presuntos malos tratos de funcionarios del lugar con un preso.
Este caso lo tramita el juzgado número 2 de Mahón y el joven había ratificado esta acusación en una declaración previa ante la Policía Nacional. Los demás implicados, al parecer, no quisieron saber nada de tema.
LOS FAMILIARES PRESENTAN UNA DENUNCIA
Los familiares de Carlos Silva han presentado de momento una denuncia contra los responsables de la prisión de Menorca, al considerar que se produjo una omisión de socorro.
A la familia les extraña sobremanera que en la celda de aislamiento donde estaba internado haya una viga, y sospechan que hay algo sospechoso en el asunto, máxime cuando, a su decir, los funcionarios no les han dejado siquiera inspeccionar el lugar para comprobar tal extremo.